Hay cosas que resultan feas de escribir, pero que grafican a la perfección lo que ha sucedido a algunos aspirantes “emblemáticos” del oficialismo, que se limpiaron antes de realizar las evacuaciones estomacales y los resultados sin duda han sido una indigestión brutal provocada por el juicio ciudadano.
Caso destacable de esta actitud es la del ex candidato a Alcalde por Santiago Centro, Jaime Ravinet de la Fuente, que se presentó considerando que nadie podía amagar sus posibilidades, que el consideraba absolutas, apareció un modesto Alcalde de La Florida, Pablo Zalaquett, y simplemente destronó a quien se consideraba electo.
Esto debe dejarnos algunas lecciones importantes, como que en democracia las elecciones no se han ganado hasta que se cuenta el último voto, que no gana el que gasta más plata, el que mueve los equipos más importantes, sino que aquel que de verdad tiene algo que ofrecer a la ciudadanía.
Esta lección, en la que la soberbia y la altanería ha sido derrotada por la humildad, debe servirnos de pinto de partida para iniciar el trabajo, arduo y difícil, de desmontar la maquinaria político corruptora del oficialismo y comenzar a trabajar para proporcionarles una contundente derrota el 2009.
Pero, no debe ser una derrota cualesquiera, debe tener la suficiente categoría para que no les queden ganas de seguir jugando con las ilusiones de los más modestos, como para que se convenzan que sus eslóganes tan bonitos, como mentirosos, ya no son capaces de engañar a un pueblo que está alerta.
Se ha hablado mucho de la necesidad de la alternancia en el poder, asunto que para nosotros no ha sido bien explicado, alternancia significa cambio de equipos gastados y sin ideas por nuevos que tengan compromiso con el país y con su gente, que tengan el ñeque necesario para levantarlo al lugar que le corresponde,
Pero, tiene una implicancia quizás más importante, que es la necesidad de sacar del poder a quienes han confundido el país con un feudo propio y a aquellos que no tienen clara la frontera que existe entre los fondos del Estado y el peculio personal, este reemplazo es vital para el desarrollo.
Ojala no caigamos nuevamente en los “cantos de sirena” con que van a cumplir 20 años hipnotizándonos, debemos despertar del sopor en que nos han sumido, pues el futuro del país, pues ya nos hemos farreado muchas oportunidades que dejan a nuestros jóvenes y ancianos en un brutal abandono.
Nos hablan de realizaciones, suponemos se refieren a las aulas tecnológicas, al jarrón que se le perdió a Lagos, al Tren al Sur, al Transantiago, a la millonada pérdida en Chiledeportes o a la desaprensiva manera en que malgastan el dinero del pueblo para entregarlo a empresas ineficientes,
Creemos que ha llegado el tiempo de decir basta, de poner coto a situaciones que además de agraviarnos como pueblo nos avergüenzan de la calidad de personajes en los que hemos confiado para entregarles la conducción de los destinos de nuestra Patria, con seriedad y trabajo.