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jueves, 28 de agosto de 2014

Los comunistas y el dinero por Gonzalo Rojas Sánchez.





Los comunistas y el dinero
por Gonzalo Rojas Sánchez.


Una de las mayores falacias de la vida pública chilena es que los comunistas son gente altruista.


Desde siempre han querido presentarse como individuos desprendidos de todo interés material, almas puras que se entregan a la causa revolucionaria a través de una mística oblación. Los medios de izquierda promueven esa imagen y alguna gente les cree. Pero la realidad es muy distinta.


Al mismo tiempo, intentan convencer a la ciudadanía de que algunas organizaciones evidentemente rojas son en realidad instituciones autónomas. Quien haya estudiado algo sobre el desarrollo del movimiento comunista en los últimos cien años sabe bien que ellos mismos promueven las organizaciones de fachada, lo que es parte fundamental de sus estrategias.


O sea, estamos frente a una doble mentira: ni los comunistas rechazan el dinero ni las organizaciones que promueven son independientes de su diseño totalitario.


El Presidente del PC chileno ha afirmado que su partido no tiene relaciones institucionales con ICAL (Instituto de Ciencias Alejandro Lipschutz) ni con la Universidad Arcis. Pero en la página web del primero no hay referencia alguna a partidos que no sean el comunista; respecto de la segunda, la nueva rectora declara que los comunistas se retiraron. O sea, estaban.


El motivo para marcar esas distancias ha sido el dinero. Justamente en momentos en que los comunistas han promovido la demonización de las ganancias en la educación, el partido de la hoz y el martillo aparece involucrado en operaciones de inversión, gestión y retiro de platas en una universidad. Oh, el sucio capitalismo ha manchado también a los inmaculados leninistas.


La relación de los comunistas con el dinero ha sido poco comentada. Pero es fácil de pesquisar. Y siempre ha tenido mucho que ver con sus organizaciones de fachada, destinatarias de enormes recursos. Es un lavado de dinero a la socialista.


Recibieron desde siempre millones cuantiosos desde la URSS; durante la UP aprovecharon el aparato del Estado para blindar económicamente a sus personeros; Cuba, Libia, Corea del Norte y Vietnam financiaron con millones generosos la formación de sus terroristas para combatir a la Presidencia Pinochet; la Concertación compensó a sus activistas con enormes cantidades bajo el rótulo de reparaciones; los inmuebles en que preparaban la revolución les fueron devueltos y sus dirigentes juveniles obtuvieron becas para estudiar en las mejores universidades; hoy, una buena cantidad de sus militantes vuelve a profitar del Estado en cargos Parlamentarios o ejecutivos, o en ambos, como es el caso de la pareja Sarmiento-Vallejo. La denostada plusvalía con que los explotadores esquilman a los proletarios en los mercados demoníacos ha operado a favor de unos comunistas santurrones y de vida doble.


Si de nomenklaturas se trata, los del PC alegan no tener nada que ver cuando tienen que responder de las enormes fortunas de los jerarcas soviéticos y de la dinastía castrista, pero un análisis a fondo también los dejaría mal parados en Chile.


Es difícil que la comisión investigadora sobre las platas de la Arcis tenga éxito en sus pesquisas. Los comunistas usarán sus recursos para bloquear los efectos de esa investigación en los medios. Es otra de las manifestaciones de su magistral dualidad respecto del dinero: mientras lo denigran públicamente, qué bien lo usan para mover influencias.


Marx afirmó que una de las dos cosas que hacen perder la cabeza a los seres humanos es la naturaleza de la moneda; la otra es el amor.


Como el amor no parece interesarles mayormente, no cabe duda cuál es la que desequilibra a los comunistas.

jueves, 21 de agosto de 2014

"¡Perú nos provoca!".



Ollanta Moisés Humala Tasso Presidente de la República del Perú.






"¡Perú nos provoca!"


La nueva carta del límite exterior aprobada por Perú y los dichos de Ollanta Humala sobre la misma "son una provocación, pues no existen temas pendientes con ese país" declaró el Senador Francisco Chahuán.



La Comisión de Relaciones Exteriores del Senado criticó dicho mapa, señalando que el Gobierno de Lima "actuó de mala fe" en un acto "inaceptable”. Mientras la Comisión de RR.EE de la Cámara, pidió a La Moneda llamar a consultas al Embajador chileno en Perú y presentar una nota formal de protesta. En este sentido Jorge Tarud fue clarísimo.


Porque este martes (19) Humala "firmó el Decreto Supremo que establece la Carta de Límite Exterior -sector sur- del dominio marítimo del Perú. Esta carta (según informó www.elcomercio.pe) recoge lo que estableció la Corte Internacional de Justicia con sede en La Haya el 27 de enero de este año"


"Esta carta (indica el diario peruano) también señala clara y explícitamente que el inicio de la frontera entre Perú y Chile, es el punto Concordia y no hay otro" según manifestó el Presidente en el Salón Cáceres del Palacio de Gobierno"


En la ceremonia figuraba el Ministro de Defensa Pedro Cateriano, el Comandante General de la Marina Carlos Tejada y el Canciller Gonzalo Gutiérrez. 


Pero Ollanta Humala se permitió agregar algo más y de ahí la presencia del Ministro de Defensa y del jefe naval  peruano: que Chile debe aceptar el límite "o que se atenga a las consecuencias".


Algo simplemente inconcebible. Humala, quien concita un escuálido 29% de apoyo a su gestión (subió, antes tenía 25 puntos), sigue un peligroso derrotero para construir un nuevo caso en lo que es el objetivo histórico de Perú, cual es el de recuperar Tarapacá. 


Contrariamente al caso que nos llevó a la Corte Internacional de Justicia (CIJ) y en el cual el Palacio de Torre Tagle se tomó años de paciente construcción, para arrastrarnos a esa indeseable instancia, hoy Humala opta por esgrimir la agresividad en esta especie de ultimátum a nuestro país: que nos atengamos a las consecuencias.


Esta noticia, que como siempre no fue anticipada por nuestra Diplomacia, según lo que se puede colegir, constituyó toda una sorpresa para Michelle Bachelet, que la noche del lunes estaba reunida con el Embajador de Perú Carlos Pareja, el que concluyó su misión en Santiago.


Según informa www.lasegunda.cl ella "tuvo una cálida conversación" con el representante Diplomático. Pero al día siguiente y en forma inesperada Lima, entregó el nuevo mapa mediante el cual se insiste en desconocer el Hito 1 y fijar la frontera en el llamado Punto Concordia, 260 metros al sur del Hito que fue fijado en el Tratado 1929 y demarcado en 1930.


La Cancillería chilena, que en su momento presentó una "reserva" cree que el mapa de Ollanta "excede" el fallo de la CIJ. En realidad lo que sucede es un atropello a nuestra soberanía. Chile fue agredido y Heraldo Muñóz se asila en este alambicado lenguaje de los salones Diplomáticos. 


Lo que nuestro país demanda de su Presidente es una posición clara, enérgica y categórica. Si el lenguaje de Ollanta Humala y su mala fe resultan inaceptables, el que Bachelet mantenga silencio entra en la misma categoría. La Presidente debe responder a esta agresión. No hacerlo sería inadmisible e impropio.   


Tomado de Despierta Chile

sábado, 9 de agosto de 2014

Salud: nuevo golpe a la clase media.






Esto agravará la ya mala salud estatal y descalabrará la privada.


Salud: nuevo golpe a la clase media.



La mayoría de la comisión Presidencial para la reforma del sistema de Isapres se ha pronunciado por implantar un seguro único de salud. Por tanto, las Isapres dejarían de existir, lo que obligaría a todos sus beneficiarios a afiliarse a dicho seguro único, que será Fonasa. Según esta propuesta, que se transformaría en un proyecto de Ley si el Gobierno la aprueba, las personas no tendrían opción de elegir su sistema de salud, pese a que sus promotores afirman que sí se podrían elegir prestadores privados, mediante la modalidad de libre elección, cuyas coberturas son muy inferiores a las de las Isapres, especialmente en atención hospitalaria privada. Así, se Estatizarían las funciones que por 33 años han cumplido las Isapres.


Las consecuencias de semejante reforma son predecibles. Nada permite suponer que Fonasa vaya a superar sus problemas históricos, similares a los de sus entes predecesores: gravísimas deficiencias en calidad de servicios, carencias y demoras que pueden significar años de espera. No ha podido hacerlo a pesar del enorme y sostenido incremento del presupuesto Estatal de salud en los últimos 15 años (9% real anual). La llegada de 3,3 millones de beneficiarios representará un incremento solo marginal del presupuesto, que no asegurará mejores servicios, y es de prever un deterioro en los sistemas de recaudación de cotizaciones y control de las licencias médicas. Para la mayoría de estos nuevos contribuyentes al sistema de salud, el pago de la cotización será un mero impuesto. Algunos, los sanos, jóvenes y pudientes, podrán asegurarse en compañías de seguro para lograr cierta cobertura para acceder a una atención oportuna que no sufra las insolubles fallas de la salud Estatal.


La propuesta de esta comisión vulnera los contratos suscritos de por vida por los afiliados con sus Isapres y hará más exclusiva la atención privada. ¿Tiene derecho el Estado a desmejorar los servicios para un sector de la población que hace un esfuerzo considerable por tener un seguro de salud adecuado a sus necesidades? Si la gente reclama en los Tribunales, es por mantenerse en las Isapres, no por abandonarlas. Y no existe ningún programa conocido para mejorar y modernizar los servicios que reciben 13 millones de personas que sufren la ineficiencia del sistema Estatal de salud. Conocidas son las presiones sin límites de sus gremios (baste notar lo que está sucediendo en estos días con las concesiones hospitalarias). ¿Se forzará a los afiliados a Isapres a retirar sus medicamentos AUGE en la fila del consultorio público, en vez de hacerlo en la farmacia privada, como ahora? Cuando se manifieste el descontento general, ¿se forzará al Estado, como en el Transantiago, a desembolsar recursos que hoy aportan voluntariamente los propios afiliados del sistema de Isapres?


Esta comisión no ha cumplido el encargo Presidencial, que era resolver los problemas del sistema privado de salud, especialmente en cuanto al ajuste de precios. La mayoría de sus miembros ha optado por propuestas mesiánicas, sin entregar ninguna para mejorar el enorme, ineficiente y arcaico aparato Estatal. Esto agravará la ya muy mala situación pública y descalabrará la privada, detendrá la necesaria inversión privada en salud, disminuirá la libertad de las personas, limitará el empleo en este sector y sus múltiples áreas conexas, y reducirá las opciones de ejercicio privado de la medicina.


La más golpeada será la clase media, que hoy puede usar su cotización obligatoria en las Isapres, si lo desea. En adelante, tendrá que entregarla a un Fonasa que no querrá utilizar si puede evitarlo, y pagar adicionalmente por atención privada. Es probable que de entre los tres millones de perjudicados -especialmente las personas mayores y con preexistencias-, que de un día a otro no tendrán otra opción que Fonasa, surjan liderazgos opositores a esta regresión, tal como ha sucedido en educación.