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sábado, 1 de agosto de 2009

Llamada de Auxilio.



Llamada de Auxilio,
por Rodrigo Lema González (*)

I

América se hunde lentamente en un pozo sin fondo.
Los mismos que avasallaron naciones.
Los mismos que humillaron a poblaciones enteras.
Los mismos que violaron, mataron y arrasaron hasta cansarse, hoy se autoproclaman los salvadores del mundo.

II

¡Qué ironías de la vida!, dirán algunos.
Pero no es una ironía, sino una advertencia.
Lo peor es que pocos la vemos.
La mayoría, cual borregos, quiere oír y creer lo que dicen sus cantos de sirena.

III

No piensan en el precio que han de pagar por su ingenuidad.
¡Y de qué precio estamos hablando!
Esclavitud, miseria, pérdida de la libertad.
Asesinatos, violaciones, destrucción, muerte.
Infierno.
El infierno en la tierra.

IV

Se condenarán a sí mismos.
Vida limitada a una prisión mental.
Tormentosas imágenes circulan por sus mentes.
¡Qué he hecho, Dios mío!, dirán.
Pero ya es demasiado tarde.
Han caído al foso, y no hay salida posible.
Se han condenado a vivir el infierno sin morir.

V

Lejos de aquí, hay un hombre.
Que supo plantar cara y evitar que su país cayera al abismo.
Hoy, es condenado por una comunidad engañada.
La máquina propagandística todavía marcha.
Pero no puede marchar para siempre.
Piensen en él, y su lucha contra la ceguera, en absoluta soledad.

VI

Ahora, piensen en los dementes que lo amenazan.
Conocen sus nombres y lo que son capaces de hacer.
Fidel, Chávez, Ortega, Evo, Correa y tantos otros y otras.
Todos pirados a más no poder.
Esperan su oportunidad.
Para lanzarse como aves de rapiña sobre un territorio que les cerró la puerta en las narices.
Para morder a quien les dijo que no en la cara.
Pero el peligro está latente.
Si logran destrozarlo a él, podríamos ser los próximos.
En esta locura, como es regla común, las cosas se pagan.
Con sangre, sudor, lágrimas y libertad.
Teman si él cae.
Teman si ellos ríen.

Quiero dejar una cosa clara. No soy muy dado a escribir poesía, pero puse todo mi esfuerzo para dejar esta composición a un nivel aceptable. Creo que es una forma distinta de abordar un problema contingente.

(*) Rodrigo Lema Gonzáles es un jovén estudiante de Periodismo, que a sus 21 años de edad es un virtuoso de la pluma, con ideas bastante claras de los tiempos en que vivímos.