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viernes, 21 de agosto de 2009

Lagos contra Frei, por Sergio Melnick.



Lagos contra Frei,
por Sergio Melnick.

Es un dato que la candidatura de Frei no remonta, mientras la de MEO crece y Piñera mantiene claramente el primer lugar. Es inédito que a estas alturas Frei no logre superar el 25%. El fracaso está a la vuelta de la esquina.

¿Qué puede hacer la Concertación? Hay dos caminos posibles. Uno, ver si Lagos prende y reposicionarlo antes del 13 de septiembre. Difícil, pero no imposible. Segundo, validar de alguna manera a MEO como otro candidato de la Concertación, y transformar la primera vuelta en una especie de primaria-secundaria. Los dos caminos pareciera que están siendo trabajados. Ambas alternativas son una clara movida de la izquierda contra la DC, y no hay que ser demasiado perspicaz para verlo. Probablemente el único que aun no se percata es Bowen (¿y qué habrá pasado con Narváez que desapareció?).

Para la primera alternativa, Lagos irrumpe agresivamente de la nada. Primero se presenta en Tolerancia Cero, donde MEO y Piñera fueron, y Frei literalmente no se atreve a ir. Es elemental que la gente haga la diferencia. Bowen después apoya a Lagos. Segundo, Lagos descalifica a Frei, al decir que no tiene propuestas de futuro, que es de lo único que habla. Increíble. Pero más increíble es que Bowen lo defienda.

Tercero, Lagos reconoce de alguna manera que MEO puede pasar a segunda vuelta, dando así un golpe de gracia a la ya decaída campaña de Frei. Bowen, por cierto, defiende a Lagos. Cuarto, Lagos responsabiliza a Bachelet del tema EFE y Transantiago, erosionando a la Presidenta, de quien Frei se está colgando como medida desesperada. Bowen apoya a Lagos. Quinto, Lagos habla de lo que cree que hay que hacer en el futuro, en vez de darle esas herramientas a Frei, posicionándose así como el verdadero “estadista”. Bowen apoya a Lagos. Finalmente, Lagos da las “señales” de su gobierno ideal: más estatismo y no subir los impuestos, dos frases electoreras claves, una para la izquierda, otra para la derecha, haciendo suyas las dos grandes banderas de Frei, a quien ya simplemente no le queda nada.

A diferencia de Bowen, yo personalmente aún prefiero a Frei, aunque esté un poco gruñón y gesticulante. Lagos me encantaría si fuese sólo un poquito menos arrogante, y aceptara la idea de que no es el único inteligente del país, que hay muchos, incluyéndolo a él por cierto. En eso su hijo le saca mucha ventaja y soy uno de sus fans. En síntesis, Lagos ha lanzado la carnada, y veremos si pica el toyo.

La segunda avenida es transformar a MEO en candidato de la Concertación. El primer paso ha sido no atacarlo. El segundo, la reciente intervención de los partidos en el comando de Frei. Al primero que corrieron al lado fue evidentemente a Bowen, y le están desmantelando los océanos azules. La directiva de la izquierda entró en masa en todas las posiciones claves, obviamente debilitando a la DC y la idea de una centroizquierda moderna. Hoy Frei, notablemente, dice ser el verdadero emblema del progresismo, algo que nadie mínimamente informado le podría creer, menos enfrentado a MEO. Frei privatizó empresas, ahora quiere estatizar hasta el agua. Eso lo debilita severamente en el centro. Y, sumado a que Frei no es realmente el progresista que dice ser y MEO sí lo es, tiene casi garantizado perder en la segunda vuelta. Como las banderas que está levantando ahora Frei son las mismas de MEO, la Concertación puede seguir rampante con este último, sin contradicción, a la segunda vuelta.

Nadie lo bastante cuerdo podría creer que un Frei izquierdizado le puede quitar votos a MEO. Es que simplemente le va a contrapelo. El es una persona de centro, siempre lo fue, siempre lo será. Se le ve extraño traicionando las banderas cristianas de su propio partido. Como que no le sientan la píldora eventualmente abortiva, el matrimonio gay, la excesiva educación estatal, el amor incondicional por el Estado grasoso, el odio y desconfianza a los empresarios (entre los que está parte importante de su pasado). Por eso no acepta los debates ni las entrevistas difíciles, porque no tiene cómo responder. Además debe dar explicaciones de su gobierno, y de por qué no hizo lo que hoy propone. En fin, está en un callejón sin salida.

Lo relevante para la Concertación es ahora la pelea del Congreso, preparándose para ser oposición, y donde la DC ha cedido demasiado. Los radicales fueron visionarios. El escenario político cambió, y aún puede volver a hacerlo.