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jueves, 28 de agosto de 2008

Un modesto análisis


Un modesto análisis


Por decir lo menos, nos parece curioso, que quienes se publicitan permanentemente como los “defensores del pueblo” en las acciones solo beneficien al gran capital, sea el propio que han juntado usando las necesidades de los más humildes, o del de las grandes empresas transnacionales, que les financian sus actividades político-financieras.

El apariencia, según nuestra visión, podríamos definirlos como “fantoches o falsarios” que se recuerdan de las necesidades ciudadanas solo cuándo de aproximan los procesos electorales en los que vuelven a prometerlo todo, promesas que permanentemente olvidan inmediatamente de instalados en los centros de poder a los que postulan.

Nosotros, que somos bastante escépticos en lo referente al marketing político y los programas presentados al pueblo, pero creemos que solo se les puede pedir, como mínimo, que cumplan con las labores que han jurado realizar, que antepongan el interés nacional por sobre los personales, y, que creemos no es mucho, que sean honestos.

Un surrealismo impactante, una falta de compromiso impresionante, descoordinaciones increíbles, vueltas de “carnero” impresentables, una falta de respeto con los mandantes intolerable, han logrado desprestigiar absolutamente la actividad pública y han gatillado una vergonzosa “farandulización” de la política nacional.

Los Gobernantes, es decir el Poder Ejecutivo, tienen claramente establecidos por la Constitución sus derechos y obligaciones, si escarbamos en los resultados, llegamos a la conclusión de que claramente no han cumplido sus funciones y han administrado deficientemente los recursos del Estado.

El Legislativo ha perdido la oportunidad, por extrema politización, de convertirse en el “freno” a la corrupción, produciendo un inédito caso de “abdicación” de sus obligaciones, eso que se llama notable abandono de deberes, al no realizar una eficiente fiscalización y realizando leyes mal concebidas.

El Poder Judicial ha establecido una aberrante aplicación de las Leyes, que muestra una extremada protección a los victimarios y deja en el abandono a las victimas. Se ha adjudicado, además, funciones de co-legislador, al utilizar en sus fallos Leyes que no están vigentes en el país y dejando de aplicar Leyes vigentes.

Parafraseando a un ex Mandatario parece que podemos afirmar, no sin dolor, que “las instituciones no están funcionando”, constatando trágicamente que al parecer el porvenir de nuestra patria y el destino de nuestros conciudadanos no le importa a nadie, dejándonos en una total indefensión.

Estamos ciertos que esta “radiografía” describe claramente por que la cosa “no anda”, porque la delincuencia nos está ganando la guerra, porque los cesantes forman una falange que crece permanentemente, porque nuestros hermanos han tenido que aceptar la vida miserable que les proporciona nuestra política.

Debemos recordarles a las Autoridades que son “empleados” de los ciudadanos, desde el momento que sus remuneraciones se generan con los impuestos pagados por los contribuyentes, que no están sobre la Ley y que en sus obligaciones, además de bien administrar, se encuentra solucionar los problemas del pueblo.