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viernes, 8 de agosto de 2008

OLIMPIADAS 2008.

Sin duda las fiestas deportivas son hermosas, la competencia por las medallas, sobre todo porque son una demostración de esfuerzo, son lindas, las justas atléticas son de gran belleza, la gimnasia es preciosa.

Los pueblos se sienten alagados por los logros de sus figuras nacionales, los Gobiernos se visten con los éxitos deportivos, la ciudadanía olvida momentáneamente sus sufrimientos y padecimientos.

Consideramos que estos acontecimientos no deben ser manchados por la política, pero a la vez, por considerarlos fruto del desarrollo humano, no resulta aceptable que se cohoneste a tiranía bestiales.

La inauguración de las Olimpiadas de Beijing ha sido un espectáculo de masas maravilloso, con exhibiciones aerotécnicas portentosas y con un despliegue material fastuoso.

Pero, esto no puede hacernos olvidar que mil trescientos millones de chinos, según cifras oficiales 1600 millones contando a los no censados por carecer de identidad, sufren una tiranía atroz.

Tota las libertades que en occidente consideramos naturales, en la China comunista son brutalmente conculcadas, una verdadera esclavitud afecta a centenares de millones de seres humanos.

No existe libertad de reunión, de movimiento, de prensa, de manifestar descontento….solo es permitida la libertad de grupos reducidos, sean estos nacionales o internacionales, de someter a la población al hambre.

Las muestras de descontento han sido brutalmente aplastadas por las fuerzas policiales e incluso con la utilización de las fuerzas de su poderoso Ejército provocando la muerte de millones de personas.

El Tibet, es una “colonia” sometida a la fuerza, de la que se han debido exiliar miles de sus ciudadanos, en un país en el que las demostraciones espirituales han sido sanguinariamente perseguidas.

El mundo, a nuestro parecer, se ha convertido en cómplice de la brutalidad de este engendro Capitalista-Comunista, que pisotea los más elementales derechos humanos y explota brutalmente a su pueblo.

Consideramos que los 41 mil millones de dólares invertidos en esta operación destinada al cambio de imagen del régimen rojo no alcanzarían para comprar el detergente necesario para lavar la sangre derramada.


Nota de la Redacción:
Invitamos a nuestros amigos y amigas a revisar el porqué no le creemos a la Democracia Cristiana:
http://independientesxchile.blogspot.com/