Poco importa el nombre que se le de a la coalición oficialista, sea por alguna de las dos listas que la conforman o por su pacto con Juntos Podemos, la realidad es que han reconformado la Unidad Popular que destruyó a Chile, con el solo agregado de las cúpulas de la Democracia Cristiana.
El sectarismo con que actúan, la falta de interés por los problemas reales que afectan a la población, la escasez de respeto hacia la ciudadanía, sus intentos, aunque deban recurrir al chantaje, por imponer sus visiones de sociedad dan cuenta de una mentalidad absolutamente totalitaria.
Sus afanes engañosos para evitar que el pueblo les culpe del desastre que han provocado y su intensa búsqueda por encontrar un “chivo expiatorio” que cargue con sus desaciertos nos da cuenta de un conglomerado escaso de ideas nuevas y totalmente desgastadas por el tiempo.
La manera descontrolada por la búsqueda de la mantención en el poder y el “surrealista uso del poder para conseguir más poder. No puede dejar de recordarnos que su amor al poder incontrolado ha sido la tónica de su actuación en la política, seguramente impulsados por mezquinas ambiciones.
La in-disimilada falta de honestidad de quienes se han encaramado en el poder, en especial en los cargos de confianza de la Administración, nos hace ver que han llegado a las esferas de mando para satisfacer afanes de riqueza personal, sin tener una mirada al interés nacional.
Una ineptitud inconcebible, acompañada de un fenomenal derroche de los dineros de pueblo, además del intenso saqueo al que han sometido a la Caja Fiscal, no puede dejar de hablarnos de gente que piensa que con la captura del poder ellos se han adueñado del país.
Son como la UP, pero apoyándose en la gran empresa y en las inmensas fortunas personales que han amasado muchos de ellos, con tácticas distintas, pero con el mismo resultado de destrucción de los segmentos medios de la población y la misma exterminación de las pequeñas empresas.
Como argumento electoral se les escucha “despotricar” contra los ricos, grupo al que ellos han ingresado en la subcategoría de nuevos ricos, a la vez que favorecen a la gran empresa transnacional, y perorar contra las inmensas diferencias societarias, que ellos han fomentado.
Consideramos necesario advertir que el oficialismo, en el que incluimos a sus socios comunistas, han realizado una burla a las necesidades populares, han “secuestrado” los sueños de los jóvenes y los ancianos, configurando lo que hemos llamado la gran estafa al pueblo de Chile.
Mala administración, creciente cesantía, inseguridad ciudadana, inmensas defraudaciones, educación de pésima calidad, salud de vergüenza, abandono de nuestros viejos, temor al futuro son las improntas que nos dejará la administración concertacionista.
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CHISTE CONTINGENTE
Un personaje, parado en las puertas del Parlamento, escuchaba los insultos que se propinaban los “honorable”, con epítetos como ladrón, fresco, corrupto, sinvergüenza, aprovechador, hijo de tu madre, pillastre, entre otros calificativos.
Alarmado de que su hubiesen “agarrado” insta a un Carabinero a intervenir, a lo que este sonriente explica, no se preocupe, lo que sucede es que están pasando la lista de asistencia a los Congresistas.