TERMINADAS LAS OLIMPIADASVOLVEMOS A NUESTRAS REALIDADES.
Pasados los espectaculares shows volvemos a nuestra realidad de un desempleo creciente, una inflación desbordada, una perdida de las expectativas nacionales inmensa, los sueños de los jóvenes coartados, delincuencia desatada, las PYMES destrozadas, una clase media en extinción, un gobierno que solo sigue haciendo promesas y una vergonzante intervención electoral.
La política no sigue un camino muy diferente, las percepciones ciudadanas se alejan de la actividad, la que cada día, por actos propios de quienes ejercitan esta importante función, cae en un descrédito mayor, que ya amenaza hasta a la institucionalidad, baste ver la desafección que demuestran del sistema democrático grandes sectores de la población, 35% considera que no es solución.
Los partidos políticos – incluidas las principales alianzas- el Congreso con sus dos Cámaras, los Tribunales de Justicia, el Estado, la Presidencia de la República, los Ministerios son duramente criticados por una ciudadanía en la que crece el descontento y la disconformidad, lo que obviamente sigue alejando de los asuntos públicos a los mejores y a los más jóvenes.
Nuestra realidad es penosa, tenemos el Estado mejor dotado de medios de nuestra historia republicana, sin embargo los resultados son mediocres, a la vez que se detecta el permanente derrote de los recursos públicos, de todos los chilenos, y como una serpiente de siete cabezas la corrupción aparece en todos los ámbitos de la Administración poniendo en serio riesgo nuestro desarrollo.
Se ha puesto de moda, por parte de los funcionarios de la administración, tratar de culpar a la oposición de sus propios desaciertos, en un vano intento por zafarse de las responsabilidades de un pésimo Gobierno, a la vez que intentan convencernos que es responsabilidad de todas las soluciones de los problemas existentes, como otra manera de escabullir el bulto.
Es cierto que hay problemas que son solucionables solo con la ayuda de todos, como cambiar a la pandilla de ineptos que se ha hecho del poder, pero los problemas educacionales, la falta de oportunidades, la mala salud, la seguridad ciudadana, la falta de condiciones para el desarrollo son responsabilidad exclusiva de nuestros gobernantes que ofrecieron soluciones que no han proporcionado.
Se postularon con un ofertón impresionante de soluciones, que después, con la creación de innumerables comisiones de estudio llamadas por la Presidente hemos constatado que solo eran enunciados que no había estudiado, se les paga remuneraciones, con cargo al pueblo, muy superiores a la media nacional, y lamentablemente nos han demostrado que no se la pueden y que son pésimos ejecutores.
La histeria con que responden a los cuestionamientos, la insolencia con que contestan a un pueblo que les está encarando, la virulencia con que atacan a sus opositores no puede hablarnos de otra cosa que de una coalición agotada que se aferra al poder como insuperable manera de intentar seguir tirando su falta de honestidad debajo de la alfombra y así, evitar los procesos que se les debiera seguir.
