Precio de las gasolinas y algunos impuestos.
En los Estados Unidos de Norteamérica el precio de la gasolina bajó un 11% en el mes de agosto, muy alineado con las bajas que ha tenido el crudo en los mercados internacionales, en Chile, a contrapelo de lo que sucede en el mundo seguimos registrando una curiosa tendencia alcista.
Las explicaciones para estos aumentos que afectan a los chilenos estarían provocadas por el aumento de la divisa norteamericana, según las explicaciones de la ENAP y del sector oficialista, nosotros pensamos que este mercado monopólico carece de transparencia en los costos de producción.
Los valores que pagamos están influenciados por el valor de la verde divisa nortina y por los precios a público de la zona norteamericana del golfo de México, lo que claramente nada tiene que ver con los costos de producción del ente Estatal, provocando aumentos extraños.
Cualesquier empresa funciona con la lógica de costos de producción. Materias primas, mano de obra y un agregado de utilidad, por lo que fijar los precios “mirando” los precios de otros, fuera de castigar a usuarios que no tienen alternativas, resulta una practica abusiva y hasta inmoral.
Con este panorama resulta plenamente explicable que los chilenos, que padecemos de crónicos bajos ingresos y una tributación monstruosa, estemos pagando por los derivados del petróleo precios superiores, en casi un 40%, a los que pagan los gringos por productos de mejor calidad.
Estamos ciertos que esta situación, producida por una forma arbitraria de fijación de los precios y una sobre carga de impuestos a estos productos, llama a revisar, con urgencia, el Impuesto Especifico, no para bajarlo un poco como propone Hacienda, sino para eliminarlo definitivamente.
Este impuesto, que grava de una inmensa manera a la clase media, es absolutamente regresivo porque, además de subir los costos de movilización y calefacción, tienen un impacto feroz en los precios finales de los productos de primera necesidad, implicando que los más humildes son como siempre los más perjudicados.
El impuesto especifico, creado para reparar caminos después de un terremoto, siguió el mismo paso de todos los impuestos transitorios, sino recordemos las alzas del IVA, que una vez terminada la Emergencia se transforman en permanentes, pues las Administraciones se niegan a dejar de percibirlos.
Este impuesto abusivo e inmoral debe ser derogado de inmediato, porque fuera de los daños directos que ocasiona a las personas, tiene un efecto retardatario del desarrollo al encarecer los productos nacionales, lo que claramente les dificulta la posibilidad de competir en los mercados extranjeros.
Nota de la Redacción:
Impuestos específicos hay varios, uno que graba a la harina con 12%, lo que obviamente recarga el valor del pan, a las bebidas de fantasía y hasta al agua mineral, 13%, son una muestra del abuso Gubernamental con los más humildes. No opinamos lo mismo sobre los impuestos a cigarrillos y alcohol que incluso pensamos deben ser elevados para cubrir los costos del daño que ocasionan a la salud ciudadana.