ALERTA DE CRISIS
A pesar de los mensajes tranquilizadores del Gobierno que nos dicen que nuestra economía está blindada para soportar las turbulencias de la economía mundial, debemos saber que la mala administración que hemos tenido más temprano que tarde nos pasará la cuenta.
Una situación que se nos viene encima, con la crisis de Estados Unidos y Europa, es que nuestras exportaciones tendrán ajustes a la baja, pues, en los principales destinos de ellas la gente tendrá que apretarse el cinturón para capear el inmenso temporal que se les viene encima y que ya les está afectando de manera dramática, como lo reportan a diario las noticias.
Como es obvio, y ya lo estamos viendo, los precios de exportación de nuestras materias primas tendrán severas bajas, con lo que el país tendrá menos ingresos, quienes se dedican a las exportaciones, además de tener menos retornos, deberán ajustar las dotaciones de trabajadores.
El aumento del desempleo, el desborde de la inflación, la falta de crecimiento son algunas de las plagas que se nos vienen encima, no somos catastrofitas, para los que hay que estar preparados, pues en caso contrario los sufrimientos que sobrevendrán serán inmensos. Muchas empresas deberán achicarse o cerrar sus puertas por falta de mercado para sus productos.
Las tasas de interés seguirán subiendo, los créditos usurarios que nos proporcionan los bancos y las grandes casas comerciales se transformarán en absolutamente impagables, se contraerá, además, la posibilidad de adquirir más deuda, la situación que avizoramos es francamente apocalíptica.
Nuestras recomendaciones básicas son sumamente simples, debemos aferrarnos con dientes y uñas, lo privilegiados que lo tenemos, a nuestros trabajos, incluso tratando de aumentar nuestra productividad, necesitamos tratar de ahorrar, para los tiempos difíciles, y sobre todo no debemos endeudarnos, en los posible tratar de bajar las acreencias.
La cosa viene dura, no nos la hagamos más difícil, en las próximas elecciones cambiemos a los conductores, estos ya nos demostraron ser sorprendentemente incapaces de manejar el país, busquemos a otros que tengan las competencias necesarias e ideas de cómo salir de atolladero.
Una situación que se nos viene encima, con la crisis de Estados Unidos y Europa, es que nuestras exportaciones tendrán ajustes a la baja, pues, en los principales destinos de ellas la gente tendrá que apretarse el cinturón para capear el inmenso temporal que se les viene encima y que ya les está afectando de manera dramática, como lo reportan a diario las noticias.
Como es obvio, y ya lo estamos viendo, los precios de exportación de nuestras materias primas tendrán severas bajas, con lo que el país tendrá menos ingresos, quienes se dedican a las exportaciones, además de tener menos retornos, deberán ajustar las dotaciones de trabajadores.
El aumento del desempleo, el desborde de la inflación, la falta de crecimiento son algunas de las plagas que se nos vienen encima, no somos catastrofitas, para los que hay que estar preparados, pues en caso contrario los sufrimientos que sobrevendrán serán inmensos. Muchas empresas deberán achicarse o cerrar sus puertas por falta de mercado para sus productos.
Las tasas de interés seguirán subiendo, los créditos usurarios que nos proporcionan los bancos y las grandes casas comerciales se transformarán en absolutamente impagables, se contraerá, además, la posibilidad de adquirir más deuda, la situación que avizoramos es francamente apocalíptica.
Nuestras recomendaciones básicas son sumamente simples, debemos aferrarnos con dientes y uñas, lo privilegiados que lo tenemos, a nuestros trabajos, incluso tratando de aumentar nuestra productividad, necesitamos tratar de ahorrar, para los tiempos difíciles, y sobre todo no debemos endeudarnos, en los posible tratar de bajar las acreencias.
La cosa viene dura, no nos la hagamos más difícil, en las próximas elecciones cambiemos a los conductores, estos ya nos demostraron ser sorprendentemente incapaces de manejar el país, busquemos a otros que tengan las competencias necesarias e ideas de cómo salir de atolladero.
