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sábado, 13 de septiembre de 2008

VIOLECIA DEMENCIAL.


VIOLECIA DEMENCIAL.

Como siempre, los más afectados por la demencial violencia desatada la noche del 11, fueron los más humildes, que vieron interrumpido el suministro eléctrico, que debieron encerrarse en sus casas mientras el lumpen izquierdista se enfrentaba a tiros con la policía, destruían la propiedad publica y privada e intentaban saquearlo todo a su paso.

Locales comerciales fueron arrasados por los antisociales que bajo la escusa de conmemorar la muerte de Allende, y la caída de su fracasado Gobierno, sometieron a amplios sectores del país al terror y al temor. Se produjeron incidentes en 5 Regiones, los más graves en Santiago y en Lota,

Los delincuentes, que dicen defender al pueblo, atacaron hasta un Consultorio en la zona sur de Santiago, bloquearon calles, carreteras y autopistas, en diferentes tramos, asaltaron panadería, farmacias y supermercados, quemaron vehículos, buses con vidrios quebrados y atacaron a pedradas y balazos a las fuerzas de Carabineros

El resultado de la remembranza zurda fueron 22 Carabineros heridos a bala o con perdigones, 3 de ellos graves aunque sin riego vital, 9 civiles lesionados, varios de ellos como producto de disparos, uno en gravísimo estado y terminó la jornada con la detención de 234 personas, además de multimillonarias pérdidas por daños, robos o saqueos.

Nosotros pensamos que ya ha llegado la hora de exigir la reconciliación, ya está bueno que se termine la permanente siembra de odiosidades que proviene del Gobierno, en especial de la Mandatario y el Ministro que hace las veces de vocero, ruidosamente apoyados por los vengativos aprovechadores que “lechan” la Caja Fiscal.

Inauguraciones como la que hizo ayer la Gobernante, una sala blanca dedicada a la “beatificación” de Allende y el sesgado discurso de la Primera Autoridad de la Nación no contribuyen precisamente a calmar los ánimos ni demuestran interés alguno por que Chile comience un verdadero proceso de reconciliación.

Llevamos 18 años de una vendetta miserable contra aquellos que cumplieron del deber patriótico de sacar al borrachín de La Moneda, reconstruir los daños provocados a la institucionalidad, a la convivencia social y la completa destrucción de aparato productivo económico.

Es cierto que hubo víctimas, pero ninguno puede aducir que estaban regalando caramelos, fueron el resultado del mismo proceso al que quieren llevarnos ahora, de una demencial violencia en que grupúsculos numéricamente compuestos por ínfimas minorías quieren imponer a la Nación un absurdo sistema fracasado mundialmente.

Chile, comenzando por las autoridades que NUNCA se han escusado ante el pueblo por haber destrozado el país y ser los responsables, con su ceguera, incapacidad y totalitarismo, de haber provocado un golpe de estado, o pronunciamiento, como única salida para el país que llevaban directamente a la guerra civil.

Los que quedamos en Chile, ellos huyeron como ratas, copando las capacidades físicas de todas las Embajadas acreditadas en Chile, debimos pagar con sangre su brutal intento por aherrojar nuestras libertades, y duros sufrimientos para reconstruirlo de los inmensos daños que provocaron.

Aunque han intentado falsificar la historia de una manera grotesca, mientras queden chilenos de verdad nunca se olvidará la verdad de lo sucedido y, si nos decidimos a trabajar, tampoco nuestros hijos podrán ser objeto de esta engañifa macabra con la que se quieren exculpar y lucrar, más aún.