Transantiago y la solidaridad.

Transantiago y la solidaridad.

Hay maneras y maneras de gastar la plata, pero cuando se privilegia a un grupo de empresas privadas, ineficientes e incumplidoras de sus compromisos de acuerdo a lo manifestado por el propio Gobierno, por sobre las obras sociales nos parece que ese es el peor de los escenarios posibles.

Pensamos que los 700 millones de dólares que costará al año el Transantiago, que como todos sabemos implica botar la plata a la calle, solucionarían los problemas graves que afectan a millones de chilenos, servirían para construir miles de viviendas, hospitales y hasta sobraría plata para financiar la Teletón.

Creemos que las prioridades de las autoridades están desenfocadas, claramente influenciadas por motivaciones de tipo electoral, y, pensamos, han dejado en un lugar secundario las necesidades sociales, esas que tanto han pregonado que serán privilegiadas por sus Gobiernos.

Estamos ciertos que la problemática social dura es de difícil solución, pero la manera mas difícil de lograr encontrarles salida es la que utiliza la Administración al no enfrentarlas con la fuerza que se requiere para satisfacer las imperiosas necesidades de un pueblo que lo está pasando muy mal.

Las cifras suelen ser difíciles de entender o dimensionar, por eso resulta imperioso traducirlas al lenguaje común, ese que habla usted y entendemos nosotros, para una clara comprensión, las perdidas mensuales de Transantiago alcanza, entre otras cosas para financiar 2 y media teletones al mes.

Con los recursos que se están entregando a un sistema fracasado e inhumano servirían para subsidiar con un salario mínimo a 180 mil cesantes y son el equivalente a la compra de más de 26 millones de kilos de pan, cifra importante si consideramos que miles de chilenos tienen una unidad de ese alimento al día como única comida.

La solidaridad no puede ser solo el objetivo del discurso para obtener los votos de los chilenos, es decir para obtener poder, es necesario que se practique de verdad, nuestra propuesta es que al cumplirse 30 años de la Teletón el Estado se haga cargo de esta obra benéfica y la financie de una vez por todas.

Nos parece insólito, e inaceptable, que para financiar la rehabilitación de nuestros niños o para sufragar los gastos de Bomberos de Chile el Estado se niegue a poner los recursos necesarios, pero estos recursos estén disponibles para aventuras brutales que nada aportan a la sociedad.

TRANSPORTES:
SUBSIDIO A LAS PERSONAS,
NO A LAS EMPRESAS.