Con los puños crispados por el odio, el presidente de los profesores y la ''pasionaria'' estudiantil de apellido
Vallejo tratan de incendiar Chile en sus afanes totalitarios.
“Los allanamientos sólo encontraron el diez por ciento de nuestras armas. Y guardamos el resto “por si las moscas...”
Luis Corvalán Lepe, ex Secretario General del
partido comunista, fallecido en 2010.
Luis Corvalán, más conocido como el “patas cortas”, fue un hombre importante dentro de la nomenclatura del comunismo chileno, tan importante que durante tres décadas fue el Secretario General de la colectividad de la bandera roja, la hoz y el martillo.
Tan importante fue para la estructura internacional de la URSS que en 1976 la ex URSS le canjeó por el disidente y promotor de los derechos humanos ruso Vladímir Konstantínovich Bukovski, le confirieron el premio Lenin de la Paz y la RDA emitió una estampilla en su homenaje.
Creemos que la cita que precede, los antecedentes de miles de guerrilleros importados desde todos los grupos extremistas del continente, la ilegal banda de matones que custodiaba a Allende, la constancia de bombazos y cobardes atentados a los uniformados forman el cuadro que han querido ocultar.
Aunque algunos lo nieguen, en Chile hubo una guerra civil soterrada, en la que es cierto que cayeron extremistas rojos, pero también es cierto que cayeron civiles inocentes y centenares de miembros de las Fuerzas Armadas y de Orden que debieron custodiar la tranquilidad del pueblo.
Cosas curiosas de nuestra Patria, los que ayer atacaron ferozmente desde la obscuridad y ocultos al pueblo chileno son indemnizados, convertidos en héroes y hasta se sientan en las empresas públicas y algunos de ellos hasta en el Parlamento.
Quienes tuvieron la misión de hacerles frente son satanizados, perseguidos sin ninguna misericordia y encerrados en prisiones que la concertación preparó para su vendetta contra aquellos que les impidieron entronizar la dictadura que trataron de imponernos.
Esas armas, que sin duda son muchas y de un alto poder de fuego, como las utilizadas en el atentado contra el General Pinochet, siguen ocultas en los barretines del partido comunista, suponemos que como argumento democrático supremo para una nueva intentona totalitaria.
Hoy más que nunca creemos que nuestra democracia está amenazada y en peligro porque hemos “comprado” una falsa institucionalización de los comunistas, que con piel de oveja tratan de mimetizarse con sus enemigos mientras minan completamente la sociedad.
Han tenido un éxito sorprendente, ya eliminaron la posibilidad de que los uniformados vuelvan a salir en defensa de la Patria amenazada desde adentro, la familia, pilar de la sociedad, la han destrozado, a la iglesia la han desprestigiado para silenciarla.
Cobardemente unos nos alejamos de la política, otros se dedican a sus negocios, otros se encapsulan aislándose de la realidad, otros simplemente se dedican a la inconsciente francachela, mientras el enemigo rojo no deja pasar un minuto en su trabajo de demolición social.
Quizás el hecho más sintomático de lo que estamos viviendo son las movilizaciones de profesores y estudiantes, dirigidos por los comunistas, que con eslóganes bonitos están haciendo trizas la institucionalidad sin buscar una real solución a los problemas que usan como caballo de Troya.
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