Despedida a un gran chileno…
por Cristian Goldberg.
Nos han pedido, como Directorio de “Desafío Levantemos Chile”, la difícil misión de escribir una columna póstuma en recuerdo de nuestro amigo y líder, Felipe Cubillos. Para ello, citaremos algunas ideas y pensamientos mencionados por Gerardo Varela en la carta leída en la despedida a Felipe en representación de sus amigos.
1.“«Queremos ir a la Luna. No porque sea fácil, sino porque es difícil…” A Felipe le gustaba . Y escuchando esta frase y conociendo su obra, podemos entender por qué. Felipe no tenía metas chicas; no sólo quiso navegar los fines de semana en Algarrobo: quiso dar la vuelta al mundo.
2. La rutina y lo cotidiano lo frustraban. Siempre tuvo hogar, pero no en una casa, como todos los mortales; el suyo estaba con la gente y en el mar. Sus niños así lo entendieron y así lo quisieron. Nunca le pidieron lo que él no les podía dar, pero siempre agradecieron su humanidad y el calor que irradiaba su compañía.
3. No tenía tiempo para la burocracia y el trámite. Me acuerdo cuando le tenían parada su marina en Puerto Montt porque no tenía el estudio de impacto vial hecho. El le decía a la funcionaria : «Oiga, estoy frente al estadio de Chinquihue, que no tiene estudio de impacto vial. ¿Por qué me lo pide a mí?». Ella le contestaba: «Porque el estadio es de la municipalidad, en cambio la marina es privada”. El abuso del Estado lo irritaba. Pero, en estos tiempos de revuelta, hay que aprenderle a él cómo lidiar con el sistema. Decía: “la burocracia es como una ola: o la surfeas o la capeas, pero jamás enfrentarla”. Es así como nunca se rebeló frontalmente, sino que aprendió a navegar en ella.
4. En la marina hay una costumbre entre los cadetes de que los más grandes les dan órdenes absurdas a los más chicos durante los recreos, desde hacer 100 flexiones hasta hacerse el loco por los patios. ¿Cómo «navegó» Felipe esas tonteras? Muy simple: inventaba una orden inexistente y salía al recreo simulando que iba circulando en moto por los patios de la Escuela Naval. Así sus superiores pensaban que otro oficial lo había mandado y el se entretenía acordándose de sus tiempos de “motoquero”. Esta anécdota lo identifica: nunca se complicó ni se estresó con las curiosidades de los mundos que visitó. Simplemente aprendió a convivir con ellas.
5. Los cinco años de la Escuela de Derecho nunca lo vi un fin de semana en Santiago; estaba navegando, entrenando para algún mundial, panamericano u olimpiadas, y estudiaba de lunes a viernes. Terminó sin embargo entre los top ten de su curso.
6. La idea de una gesta épica en que el jefe jamás abandona a sus hombres era su forma de entender la vida. Nació para mandar, vivió para liderar y murió dando el ejemplo de ayuda y liderazgo. Nunca fue un seguidor, nunca transó con la mediocridad.
7. En los reportajes en la TV han hablado de él asimilando su espíritu empresarial con ser millonario. Como conocedor y en parte responsable de sus bienes, me da risa… y algo de preocupación de que se genere un mito. Felipe siempre fue millonario y nunca fue rico. Nunca tuvo necesidades; fue millonario en ideas, en amigos, en proyectos, en sueños, pero no en plata. La plata le dio siempre lo mismo. Nunca hizo emprendimiento por plata; lo hizo por el placer del desafío, de la creación. Por la gloria del trabajo logrado.
8. Su último emprendimiento lo tenía más motivado que nunca. En Desafío Levantemos Chile encontró su razón de vivir: ayudaba, no tenía rutina, solucionaba problemas y lideraba gente.
9. En la televisión le preguntaron por su ideología. El dijo: «libertad y alegría». También le preguntaron si creía en Dios y contestó que si el cielo existía, él hacía lo que creía correcto para ser merecedor de entrar en él, y si no existía, esperaba haberlo vivido en la tierra.
10. Ese viernes en la mañana, antes de irse a la isla, le dijo a su hija, la Sofía: «Si me pasa algo, me tiran flores al mar y no te preocupes de nada. Gerardo se hace cargo de todo». Así no más era mi compadre… todo Quijote tiene su Sancho, y él tuvo muchos en su vida”.
Como Directorio de este gran equipo que formamos en Desafío Levantemos Chile, tengan por seguro que todos sus sanchos sabremos seguir con su legado e inmortalizar su memoria. A todos aquellos que han sentido en estos momentos de dolor y esperanza que se ha ido un gran héroe y tienen un sentimiento de orfandad, les aseguramos que el legado de Felipe está más vivo que nunca y que continuaremos con más fuerza la tarea de hacer un Chile más justo y solidario...
Felipe, amigo querido, amaste la vida, despreciaste la muerte y te ganaste la inmortalidad.
1 comentario:
Bueno anteriormente escribi algo similar aqui mismo reiterando que todos hemos sufrido por esta gran tragedia, y desde que el Sr. Goldberg ha dado ha sentir su pena yo he querido contactarme con su persona, reitero no domino Internet y lo mio es privado, si alguien me puede enseñar como puedo hacerlo sere un agradecido tengo 64 años, segundo matrimonio, tengo una hijita de 15 años,una de 9 y esperamos un varoncito en 2 meses más mi correo es carlosnelson@live.cl muchas gracias a quien me pueda enseñar como llegar a este caballero
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