Qué líen sus bártulos y se vayan
Parece ser un hecho, nuestras Autoridades siguen tratando de pasarnos “gato por liebre”. El discurso oficial intentando tranquilizar a la población, es decir adormecernos con palabrería, y el intento por demostrar tranquilidad simplemente chocan con una realidad bastante dura, por lo tanto difícil de explicar.
A las situaciones de intranquilidad social que el Gobierno ni si quiera ha dado “bola” parecen irse exacerbando, como quedó demostrado con el ataque contra una Carabinero que había detenido a un sujeto que le había robado la gorra a otro Policía, y que fue alevosamente agredida en un intento por rescatar al aprehendido.
Lentamente, pero de manera inexorable, se ha ido conformando una especie de Frente Social, que reúne básicamente a Sindicatos dirigidos por grupos extraparlamentarios y a agrupaciones estudiantiles, incluso dirigidas por la Concertación, en búsqueda de las respuestas que habitualmente no tienen respuesta desde la Presidencia.
Si agregamos a esto una situación económica de un agudo estancamiento, con bajas en la producción y la venta de productos nacionales, una inflación desatada y el altísimo desempleo, cuando los beneficiados que tienen pega ganan 4 lucas al día, no nos queda otra cosa que constatar que estamos sentados en un barril de pólvora.
Ni siquiera hemos recordado otros motivos de graves insatisfacciones sociales, como una salud pública que a pesar de los esfuerzos de sus funcionarios es simplemente deprimente, una educación de muy mala calidad, el vergonzoso trato que se da a nuestros ancianos o los servicios de transporte de pasajeros.
Ahora, a los trabajadores se les “evaporan” sus fondos de pensiones arrastrados por la inmensa baja que han tenido las inversiones en “papeles” bursátiles, sea en Chile o en el exterior, que han tenido impresionantes caídas, lo que sin duda es agravado por la escala alcista de los intereses que ha decretado el Central.
Pero, cual película de terror, todos los “augurios” parecen indicar que todavía no hemos llegado a tocar fondo y que en el futuro próximo las cosas tenderán a ponerse aún peores, con nuevos aumentos de precios e intereses, bajas productivas por imposibilidad de competir y el aumento del temido flagelo del desempleo.
Creemos que el Ejecutivo debe muchas explicaciones a la ciudadanía, no el discurso vacío que culpa a la crisis externa de lo que sucede, sino que una clarificación de las evidentes responsabilidades de una mal manejo Fiscal y la estulticia con que han destruido a la pequeña y mediana empresa.
Pensamos, además, que La Presidente en forma personal, y su gabinete en forma colectiva, deben pedir perdón al pueblo por los sufrimientos que le han ocasionado, teniéndolo todo para hacer una administración de lujo, después de lo cual, si tuvieran honor, liar sus bártulos y mandarse a cambiar.
M.M.
A las situaciones de intranquilidad social que el Gobierno ni si quiera ha dado “bola” parecen irse exacerbando, como quedó demostrado con el ataque contra una Carabinero que había detenido a un sujeto que le había robado la gorra a otro Policía, y que fue alevosamente agredida en un intento por rescatar al aprehendido.
Lentamente, pero de manera inexorable, se ha ido conformando una especie de Frente Social, que reúne básicamente a Sindicatos dirigidos por grupos extraparlamentarios y a agrupaciones estudiantiles, incluso dirigidas por la Concertación, en búsqueda de las respuestas que habitualmente no tienen respuesta desde la Presidencia.
Si agregamos a esto una situación económica de un agudo estancamiento, con bajas en la producción y la venta de productos nacionales, una inflación desatada y el altísimo desempleo, cuando los beneficiados que tienen pega ganan 4 lucas al día, no nos queda otra cosa que constatar que estamos sentados en un barril de pólvora.
Ni siquiera hemos recordado otros motivos de graves insatisfacciones sociales, como una salud pública que a pesar de los esfuerzos de sus funcionarios es simplemente deprimente, una educación de muy mala calidad, el vergonzoso trato que se da a nuestros ancianos o los servicios de transporte de pasajeros.
Ahora, a los trabajadores se les “evaporan” sus fondos de pensiones arrastrados por la inmensa baja que han tenido las inversiones en “papeles” bursátiles, sea en Chile o en el exterior, que han tenido impresionantes caídas, lo que sin duda es agravado por la escala alcista de los intereses que ha decretado el Central.
Pero, cual película de terror, todos los “augurios” parecen indicar que todavía no hemos llegado a tocar fondo y que en el futuro próximo las cosas tenderán a ponerse aún peores, con nuevos aumentos de precios e intereses, bajas productivas por imposibilidad de competir y el aumento del temido flagelo del desempleo.
Creemos que el Ejecutivo debe muchas explicaciones a la ciudadanía, no el discurso vacío que culpa a la crisis externa de lo que sucede, sino que una clarificación de las evidentes responsabilidades de una mal manejo Fiscal y la estulticia con que han destruido a la pequeña y mediana empresa.
Pensamos, además, que La Presidente en forma personal, y su gabinete en forma colectiva, deben pedir perdón al pueblo por los sufrimientos que le han ocasionado, teniéndolo todo para hacer una administración de lujo, después de lo cual, si tuvieran honor, liar sus bártulos y mandarse a cambiar.
M.M.