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martes, 10 de junio de 2008


Lamentable, le quedó como poncho….

Es difícil encontrar cosas buenas al Gobierno de Michelle Bachelet, que por un lado tiene modestas capacidades de liderazgo, por otro parece vivir en un mundo de fantasía, carece de conocimientos básicos y como si fuera poco dirige una administración que solo responde ante situaciones de presión por la fuerza.

Desde antes de ser elegida advertimos que le veíamos estas falencias, pero ya instalada en el Palacio de la Moneda estas en quedado en completa evidencia, encabeza un Gobierno que no sabe lo que quiere, para donde va, como llegar y además de muestras de una extravagante conformación totalitaria.

Posee una agenda de prioridades en la que aparentemente los problemas de la ciudadanía, esos seres de verdad, que sufren de los errores gubernamentales, no son considerados, dando una prioridad vergonzante a los temas políticos y desentendiéndose de los dramas humanos que han creado.

Tiene fijaciones por aumentar los cupos Parlamentarios, por crear nuevos Ministerios, pero en su escala de precedencias no ocupa lugar alguno la inmensa cantidad de desempleados, que ya es casi estructural, la agobiante inflación, el Transantiago o las remuneraciones miserables de gran parte del pueblo.

Por motivos ideológicos y de análisis de conocimientos fuimos contrarios a su postulación, que siempre consideramos impulsado por Ricardo Lagos para tapar sus inmensos desaciertos y la corrupción que inoculó en la administración, pero, como chilenos siempre le hemos deseado que lo haga bien.

En nuestra casi bicentenaria historia republicana ningún gobierno ha tenido todo a favor como este, una oposición “achanchada”, una caja fiscal abarrotada de divisas, el control de ambas Cámaras del Parlamento, precios de exportación espectaculares, sin embargo, los resultados, por calificarlos caritativamente, solo son magros.

Muchas veces hemos rogado a la Mandatario que “escuche” al pueblo, que descienda al estado llano, sin tanto asesor, para que se entere de lo que realmente sucede y haga las modificaciones necesarias a sus prioridades, lamentablemente, nuestras palabras han caído en un terreno infértil y continua por el mismo funesto camino.

Le hemos sugerido que cambie a sus equipos asesores, que sin duda son malos, que se rodee, como prometió, por demás, de los y las mejores, lamentablemente sin ser atendidos, como resultado vemos a los ricos cada vez mas ricos, a la clase media en extinción y a los más humildes viviendo miserablemente.

Creemos que a la Gobernante el cargo le ha quedado como poncho, que la bipolaridad que demuestra en su accionar es peligrosa para el país, e insistimos en solicitarle, por el pueblo, el país y el futuro, que si no se la puede se vaya, dedicándose a actividades para las que tenga la preparación necesaria.

Aferrarse a un poder que uno no puede ejercer satisfactoriamente es una demostración evidente de corrupción de los valores morales, pues implica la búsqueda de poderío o protagonismo a cualesquier precio. Dar un paso al lado, en estas circunstancias, es una muestra inequívoca de valor y de respeto al pueblo.

Chile cuenta con los medios humanos, recursos naturales y profesionales preparados para salir del embrollo en el que nos encontramos, pero, para recuperar el camino del crecimiento, el desarrollo y enrielarnos en una senda de Justicia Social es imprescindible una cabeza con ideas claras y capacidad de acción.

Ahora, solo de Usted depende Señorita Presidente………………..