Hemos sostenido que la administración demuestra señales se padecer de un “autismo” grave, lo que les impide escuchar y comunicarse fluidamente con el pueblo, pensamos que de allí provienen las permanentes muestras de prepotencia, totalitarismo y absoluta intolerancia con quienes tienen visiones distintas sobre la “solucionática” de los problemas nacionales.
Hay otros, como el Embajador de Chile en España, Osvaldo Puccio, que sencillamente se han encapsulado en su propia burbuja ideológica, haciendo absoluta abstracción de las realidades históricas, aferrándose a la monstruosa falsificación que ellos mismos han creado, siendo para ellos insignificante la verdad.
Con motivo del centenario del nacimiento de Allende se entrevista en España al sujeto, que muy suelto de cuerpo dice que “Allende estaría orgulloso del avance social en Chile”, afirma haber tenido el “privilegio” de estas al lado de Allende al momento de suicidarse, Y, como si fuera poco asegura que el “Chicho” es una de las “personalidades más grandes de Chile”.
No dudamos que este “mequetrefe” marxista, Embajador como consuelo a su pérdida de poder y de sus demostraciones de poca capacidad, está alejado de la realidad nacional, pero sin duda, también, trata de convencerse, y convencer, que el experimento allendista fue exitoso.
Describiremos la revolución “con sabor a empanadas y vino tinto”, como la definió el alcohólico mandatario, como la destructora de la convivencia social, la demoledora de la economía, la exterminadora de la legalidad, devastadora de la moral y, como si fuera poco, intento dominarnos por el estómago, para entregarnos amarrados de pies y manos a su amo, la URSS.
Se le olvida, a este “Diplomático” la violencia que inocularon en la sociedad, la formación de bandas armadas por parte de funcionarios de Gobierno, inclusive, las traumáticas ENU o JAP, la predica constante de odiosidades, las amenazas de poner en el “paredón” a sus adversarios o la aguda escasez de alimentos que se aplicó a la población.
Tratan hoy, desde el oficialismo, personajillos de todo pelaje, incluido este representante en el exterior, de vendernos una imagen idílica del Gobierno de Salvador Allende, en circunstancias de que todos los chilenos debieran hacer un recordatorio, no para criticarlo, para asegurarnos que nunca más cometeremos en error de entregar el poder a los demagogos.
El Gobierno Chile, todas las administraciones de la concertación, por medio de esta escandalosa impostura, con la colaboración de una Justicia obsecuente y una oposición cobarde, han legitimado una brutal venganza contra aquellos que tuvieron la “osadía” de aventarlos del poder y posteriormente lucharon con la agresión al pueblo que los rojos realizaron con su extremismo.
Centenares de uniformados, de las ramas militares o policiales, se encuentran injustamente detenidos, por la aplicación de leyes inexistentes, la denegación permanente de sus derechos y, como guinda de la torta, perseguidos por delitos “imaginarios”, usando para ello hasta tratados internacionales que el país no ha ratificado.
Han mentido en forma permanente, han abusado de beneficios inmensos del Estado, pero al parecer la voracidad de los rojos no tiene límite y quieren seguir “chupándole la sangre” a los chilenos en beneficio propio. Creemos que estas aberraciones deben terminar ahora, pues en caso contrario nunca se llegara a la necesaria, imprescindible, Unidad Nacional.
Hay otros, como el Embajador de Chile en España, Osvaldo Puccio, que sencillamente se han encapsulado en su propia burbuja ideológica, haciendo absoluta abstracción de las realidades históricas, aferrándose a la monstruosa falsificación que ellos mismos han creado, siendo para ellos insignificante la verdad.
Con motivo del centenario del nacimiento de Allende se entrevista en España al sujeto, que muy suelto de cuerpo dice que “Allende estaría orgulloso del avance social en Chile”, afirma haber tenido el “privilegio” de estas al lado de Allende al momento de suicidarse, Y, como si fuera poco asegura que el “Chicho” es una de las “personalidades más grandes de Chile”.
No dudamos que este “mequetrefe” marxista, Embajador como consuelo a su pérdida de poder y de sus demostraciones de poca capacidad, está alejado de la realidad nacional, pero sin duda, también, trata de convencerse, y convencer, que el experimento allendista fue exitoso.
Describiremos la revolución “con sabor a empanadas y vino tinto”, como la definió el alcohólico mandatario, como la destructora de la convivencia social, la demoledora de la economía, la exterminadora de la legalidad, devastadora de la moral y, como si fuera poco, intento dominarnos por el estómago, para entregarnos amarrados de pies y manos a su amo, la URSS.
Se le olvida, a este “Diplomático” la violencia que inocularon en la sociedad, la formación de bandas armadas por parte de funcionarios de Gobierno, inclusive, las traumáticas ENU o JAP, la predica constante de odiosidades, las amenazas de poner en el “paredón” a sus adversarios o la aguda escasez de alimentos que se aplicó a la población.
Tratan hoy, desde el oficialismo, personajillos de todo pelaje, incluido este representante en el exterior, de vendernos una imagen idílica del Gobierno de Salvador Allende, en circunstancias de que todos los chilenos debieran hacer un recordatorio, no para criticarlo, para asegurarnos que nunca más cometeremos en error de entregar el poder a los demagogos.
El Gobierno Chile, todas las administraciones de la concertación, por medio de esta escandalosa impostura, con la colaboración de una Justicia obsecuente y una oposición cobarde, han legitimado una brutal venganza contra aquellos que tuvieron la “osadía” de aventarlos del poder y posteriormente lucharon con la agresión al pueblo que los rojos realizaron con su extremismo.
Centenares de uniformados, de las ramas militares o policiales, se encuentran injustamente detenidos, por la aplicación de leyes inexistentes, la denegación permanente de sus derechos y, como guinda de la torta, perseguidos por delitos “imaginarios”, usando para ello hasta tratados internacionales que el país no ha ratificado.
Han mentido en forma permanente, han abusado de beneficios inmensos del Estado, pero al parecer la voracidad de los rojos no tiene límite y quieren seguir “chupándole la sangre” a los chilenos en beneficio propio. Creemos que estas aberraciones deben terminar ahora, pues en caso contrario nunca se llegara a la necesaria, imprescindible, Unidad Nacional.