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sábado, 21 de junio de 2008

Gobierno, ciego y sordo……



Gobierno, ciego y sordo……

La ceguera y la sordera de nuestras autoridades no garantizan precisamente un futuro mejor, parecen haber olvidado nuestras autoridades que fueron elegidos para “servir” a la ciudadanía conforme a lo que plantearon en su Programa de Gobierno, tan profusamente publicitado previamente a las elecciones.

Las capacidades prometidas, desde el liderazgo a la conducción, parece haber quedado claro que no las poseen, pero más grave aún, los anuncios post electorales también han ido quedando en el olvido, como sucedió con el “Gobierno ciudadano” o con la paridad de Género.

Ya el país ha perdido la capacidad de asombro, quienes se mostraban monolíticamente unidos para demostrar “gobernabilidad” hoy dan un espectáculo lamentable, en el que se llega al extremos de exigir un compromiso “escrito” de la Mandatario para apoyar sus proyectos, lo que demuestra que ni sus amigos le creen.

Creemos que la situación es de extrema gravedad, pues mientras la institucionalidad es derrotada por la delincuencia, aumenta de manera preocupante el tráfico de estupefacientes, los Gobernantes se dan el lujo de desprestigiarla con frivolidades o la desacreditan debilitando su credibilidad.

Si no fuera suficientemente grave el escenario, se complica más aún con la institucionalización de una inmensa falange de desempleados, con millones de personas viviendo con un salario miserable, con la precarización del empleo y con el desarrollo de una inflación galopante.

Hemos tratado de encontrar algún ítem en el que podamos decir que lo están haciendo bien, exceptuando la publicidad y la parafernalia, y solo hemos encontrado desastres, uno tras otro. Salud, educación, economía, credibilidad o el tema energético, son solo algunos ejemplos de lo que planteamos.

La democracia demuestra un claro retroceso con las actitudes “autoritarias” que ocasionalmente exhibe la Presidente, las que son permanente en su cuerpo de Secretarios, especialmente en Vidal, o más grave aún con las demostraciones de bipolaridad que exhiben desde el poder.

La Justicia, que ha tenido grandes cambios en la legislación no demuestra cambios fundamentales, fuera de la rapidez con que los delincuentes obtienen su libertad después de haber atacado a los chilenos, y manifiesta claros sesgos ideológicos para perseguir a quienes evitaron una sangrienta guerra civil.

No hay duda de que no vamos por buen camino, la mala noticia es que nada garantiza que el futuro no sea peor, pues, a pesar de darse cuenta de sus tremendas equivocaciones, y de ser advertida desde todos los sectores, la Primer Mandatario no muestra señales de cambio.