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martes, 15 de junio de 2010

(Mario Montes, Director de Diario
Electrónico Reacción Chilena.)


Socialistas ¿democráticos?

El socialismo se esmera por aparecer con una cara más amable, que se presenta como renovación, de allí que consideramos importante recordar los acuerdos de ese partido en el Congreso de Chillán del año 1967 y de los que esa colectividad no ha abdicado hasta el día de hoy.

En el documento de eso Congreso el Socialismo chileno se declara marxista leninista, que plantea como objetivo estratégico la toma del poder para instaurar un Estado Revolucionario que libere a Chile de la dependencia y del retraso económico y cultural e inicie la construcción del Socialismo.

Ese Congreso reivindica como inevitable y legitima la “violencia revolucionaria”, a la que consideran “la única vía” que conduce a la toma del poder político y económico, “solo destruyendo el aparato burocrático y militar del estado burgués, puede consolidarse la revolución socialista.

La declaración sostiene que las formas pacificas, o legales de lucha no conducen por sí mismas al poder. El Partido Socialista las considera como instrumentos limitados de acción, incorporados al proceso político que nos lleva a la lucha armada.

Consecuencialmente, las alianzas que el partido establezca sólo se justifican en la medida en que contribuyen a la realización de los objetivos estratégicos ya precisados.

Como dice el aforismo legal, a confesión de parte, relevo de pruebas, las palabras de ellos mismos demuestran que no son democráticos y que para ellos la violencia es una herramienta lícita para sus fines de establecer el Estado Revolucionario, que no es otra cosa que la dictadura del proletariado.