( Frei intentando cautivar a la serpiente
roja, atras de él imagen de Allende)
Los que nos Gobiernan están acostumbrados a torcer el sentido lógico de las palabras al usarlas para prestigiar sus posiciones o sencillamente para desprestigiar a sus oponentes, siguiendo al pie de la letra las instrucciones de Lenin en la utilización de la mentira o las verdades a medias.
Hoy se etiquetan a si mismos de progresistas y hacen gárgaras con la democracia, lo que nos parece curioso y exasperante, nada puede haber menos progresista que gente anclada en teorías de fines del siglo ante pasado, ni menos democrático que los que se cierran a la competencia.
Se les derrumbó sobre sus testas pétreas, cabezas de piedra, el muro de la infamia que separaba a los europeos orientales de las libertades, pero parecen no haberse dado cuenta que el motivo de esta caída fueron las recetas retrogradas de un estatismo asfixiante.
El demócrata Eduardo Frei, culpó a los partidos de la concertación de su baja votación, al parecer el candidato no ha sacado cuentas que esos partidos que el critica sacaron muchos más votos que los que sacó su desfalleciente postulación mantenida solo por afanes de poder.
Parece que al candidato del oficialismo se le olvidó que no dejaron participar a Marco Enríquez Ominami en las viciadas primarias de la concertación, asi como se le ha extraviado de la mente que estas no se terminaron por un acuerdo cupular que impidió a las bases manifestarse.
Es cierto que los chilenos estamos cansados del manejo de los partidos políticos, que han reemplazado la democracia, es decir el Gobierno del pueblo, por la partidocracia, que implica el Gobierno de los partidos, pero, además estamos cansados de la mala administración y la falta de honestidad.
Progresistas son aquellos que buscan el progreso como forma de satisfacer las necesidades populares, lo que sin duda alguna es contrario al actuar concertacionista que ha privilegiado arreglarse lo propios bigotes antes que solucionar los problemas de la gente.
No son demócratas aquellos que se aferran al poder con triquiñuelas, falsedades, promesas mulas, programas de Gobierno que nunca han pensado en cumplir, ni tampoco los que usan los recursos del Estado para satisfacer sus desmesuradas ansias personalistas.
Frei además de no ser progresista, más nos parece un conservador de los vicios existentes, sino que ha demostrado, con sus actitudes, ser muy lejano a lo que podríamos definir como un demócrata, por cierto a años luz de ser el autoproclamado cristiano que dice ser.
El partido de la falange, en el que milita el presidenciable de la concertación ha sido sacudido por actos de corruptela increíbles que han quedado en la total impunidad, pero, hay de aquellos que han mostrado divergencias con las directivas, simplemente se les ha expulsado.
