el porrazo que tendrá el 17 de enero.
Recurren a todo para aferrarse al poder…..
Difícil nos parece la situación de la candidatura de Eduardo Frei Ruiz Tagle, después de 20 años de concertación, entre ellos 6 de Gobierno personal de él mismo, pareciera que va a ser derrotado irremisiblemente por Sebastián Piñera, que representa precisamente a la oposición política nacional.
La concertación solo puede exhibir éxitos en la administración de las políticas del Gobierno Militar de Pinochet y logros asociados con los altos precios que ha alcanzado el cobre en los mercados internacionales, los que ciertamente no dependen, gracias a Dios, de la ineptitud de nuestros Gobernantes.
El derroche, la mala administración, la falta de honestidad, los proyectos faraónicos, los anuncios rimbombantes han sido la constante de Administraciones que han dejado incumplidas casi todas las promesas con las que se encaramaron en el poder.
Los argumentos sin duda les escasean, por ello han debido recurrir a vergonzosas campañas sucias para desinformar a los chilenos, utilizando las descalificaciones y las odiosidades como única herramienta para logran conquistar nuevamente nuestros votos.
Frei ha llegado a actos que no sabemos si llamar asquerosos o inmorales, como el espurio pacto con los comunistas, el cambio de lo que ha planteado toda su vida por un puñado de votos ó las desvergonzadas concesiones programáticas realizadas para tratar de llevar a MEO a su campaña.
La intervención electoral, que se inició grotescamente en el Gobierno de Frei manteniendo el precio de los combustibles, al costo de secar el fondo de estabilización del petróleo para favorecer la opción presidencial de Ricardo Lagos Escobar, ha dispuesto de todo el poder del Estado para aferrarse al poder.
Insólita nos parece su intención de utilizar al pinochetismo en una grosera campaña del terror, sobre todo porque se olvida que el, personalmente, hizo donaciones al Gobierno Militar con miras a la Reconstrucción Nacional u omitiendo que el se favoreció con las privatizaciones.
Su discurso que apostaba a una campaña de valores, ideas y propuestas, simplemente sucumbió ante las encuestas, que lamentablemente para el no se han equivocado, que demuestran que está a punto de convertirse en el sepulturero de la concertación.
En un acto de desesperación ha intentado vestirse con el “cambio”, sin éxito, pues le acompañan los carcamales que han desprestigiado la actividad política y los desastrosos resultados de su sexenio, en el que se liquidó a las pymes, se destruyeron a las clases medias y dejó legiones de cesantes.
Han usado todo para tratar de revertir la inminente derrota que los chilenos les propinaremos, desde colgarse de las faldas de Bachelet, intentando obtener los votos de quienes la consideran simpática, hasta manipular a la Justicia con el presunto asesinato de su padre.
El porrazo que se dio el sábado pasado en el sur, en Puerto Montt, parece ser el presagio de la caída que tendrá el oficialismo el domingo 17, cuándo los chilenos, con nuestros votos, les digamos que estamos aburridos de la incapacidad y la corruptela.