Frei, un auténtico camaleón.
Quienes hemos seguido la carrera política de Eduardo Frei Ruiz Tagle no podemos sino calificarlo como un camaleón, ha cambiado de colores cada vez que le ha convenido a el, sea en lo personal o en lo comercial, o a su partido político.
Hemos visto en los últimos años a un Frei derechista y partidario del Gobierno Militar, así como lo hemos visto convertido en adversario, le hemos visto centrista y ahora observamos su viraje a la izquierda más ortodoxa.
Los cambios en materias políticas y financieras de Frei, que desde defensor del modelo económico, es su periodo de Gobierno solo lo entrabó un poco, para llegar al actual que se ha dedicado a quemar todo lo que antes adoró.
Creemos que Frei es un sujeto que no da confianza, como no puede darla quien es tan pragmático como para adoptar las posiciones que convienen a sus feroces ambiciones de poder o sus intereses personales o familiares.
El Gobierno de Frei se caracterizó por ser el introductor de la más feroz de las corruptelas, por políticas de seguridad que dejaron a la ciudadanía en la más completa indefensión y por planes de desnacionalización económica.
Frei es un sujeto acomodaticio que no ha dudado en utilizar el presunto asesinato de su padre, con fines netamente electorales, o en arroparse en las faldas de la Presidente Bachelet, a la que hasta hace poco criticaba duramente.
Frei se enriqueció con la privatización de Sigdo Koppers, que había sido tomada por el Gobierno de Allende, y a pesar de la transparencia a la que llama constantemente, son negocios son obscuros y nadie sabe cuales son sus inversiones reales.
El ahora estatista Frei parece olvidarse que a el le debemos la privatización de las empresas sanitarias y sentó las bases para que Lagos privatizara calles, carreteras, puertos o aeropuertos que se entregaron mayoritariamente a capitales extranjeros.
El actualmente preocupado Frei por los más humildes y las clases medias parece padecer de amnesia selectiva, pues se le ha olvidado que en su Administración dejó legiones de desempleados y liquidó a las clases medias.
En estos días vemos a un Frei preocupado por el medio ambiente, la educación y nuestros ancianos, dejando en el tintero que su Gobierno sembró las bases para explotaciones irracionales, la educación retrocedió y los viejos fueron abandonados.
Hoy nos ofrece el Señor Frei una lucha frontal contra la delincuencia y el narcotráfico, dejándose en el pasado que en su Administración los delitos de mayor connotación subieron en 45% y que indultó masivamente a narcotraficantes.
La arrogancia que manifiesta el señor Frei parece ir en dirección opuesta a la falta de capacidades que ha demostrado, su ofertón lo visualizamos como absolutamente engañoso y destinado solo a engatusarnos nuevamente.