Los desprestigiaron, les trataron de golpistas, ambiciosos y hasta de fascistas, los aislaron miserablemente y la mayoría de los países retiró sus representaciones diplomáticas como muestra de molestia por el golpe de Estado del 28 de junio de 2009.
Se tejieron las más intrincadas intrigas para obligar al Presidente Roberto Micheletti a renunciar al cargo que asumió Constitucionalmente y devolver a Zelaya el poder que había mancillado con las ilegalidades que implicaron su destitución por parte de los órganos competentes.
Hasta se intentó provocar, por parte de Zelaya, un baño de sangre que le restituyera en la Presidencia, ingresó ilegalmente al país y desde la Embajada de Brasil intentaba sublevar al pueblo y satisfacer así sus ambiciones desmedidas y por cierto ilegales.
Honduras, un país pobre, resistió estoicamente las presiones internacionales, en las que participaron todas las organizaciones internacionales, Gobiernos de todos los signos, como el de Estados Unidos y el de Venezuela, pero los hondureños mantuvieron con temple su determinación.
Roberto Micheletti aseguró que las elecciones se realizarían el 29 de noviembre, como estaba legalmente previsto, casi todos los países dijeron que no reconocerían el resultado, siguiendo el juego de Zelaya, y los comicios fueron legítimamente ganados por Porfirio Lobo.
Se realizó un proceso de transición impecable y ayer, con toda la ceremonia del caso, se entregó el poder al ganador de las elecciones, el nuevo Mandatario dio salvoconducto para que Zelaya saliera del país, terminando lo que nosotros calificamos como un vulgar show del ex Gobernante.
Fueron 8 meses durísimos enfrentado la agresión más despiadada de una comunidad internacional que con obcecación insistía en ver “delito” donde no lo había y que con ofuscación se cegaba ante la ilegitimación del Gobierno de Zelaya por actos propios.
Queremos aprovechar esta oportunidad para rendir un homenaje a Roberto Micheletti Bain, a las Fuerzas Armadas de Honduras y al sufrido pueblo hondureño por el valor que demostraron al defender sus convicciones molestase a quien molestase.