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viernes, 1 de mayo de 2009

Nuestro homenaje a los trabajadores chilenos.

1º  Mayo, día del trabajo
 
En el día de trabajo  saludamos a todos los chilenos y chilenas que con  los esfuerzos de su  trabajo  hacen grande a la Patria, la llevan por la senda del desarrollo y por ese medio logran satisfacer las necesidades de sus familias.
 
También queremos hacer llegar nuestro nuestros mejores deseos a las falanges de desempleados que ha provocado la incapacidad e insensibilidad de aquellos que en hombros de las necesidades populares se encaramaron en el poder.
 
Hacemos propicia esta ocasión para bregar por una verdadera justicia salarial, que permita vivir dignamente a nuestros compatriotas, y porque los trabajos que se creen sean de mejor calidad que los que tenemos en estos momentos.
 
Nos inclinamos ante aquellos que entregaron su vida laboral, y que hoy se encuentran subsistiendo con pensiones miserables, les hacemos llegar nuestra solidaridad y la esperanza de tiempos mejores.
 
Sin justicia social no hay paz posible, así como sin reconciliación no es viable la convivencia, por lo que llamamos a las Autoridades a deponer las odiosidades y a crear las condiciones que garanticen una vida decorosa para todos.
 
Chile no es el país pobre que nos han pintado, además de las riquezas materiales tiene un pueblo laborioso, lo que hace inaceptables las brechas inmensas que existen entre los más ricos y los más pobres.
 
No nos molesta que hayan ricos, ojala hubiese muchos más, lo que consideramos intolerable es que exista gente sometida a vivir en la miseria y otros a los que ni siquiera les alcanza para una vida miserable.
 
Chile somos todos, desde los campesinos a los grandes empresarios, por lo que resulta indispensable promover sistemas que permitan que todos nuestros conciudadanos tengan acceso a la educación y a la satisfacción de sus necesidades básicas.
 
Feliz Día del Trabajo


Nota de la Redacción:
Ex-profeso no hemos saludado a las cúpulas sindicales, verdaderas oligarquías sindicales, que han abandonado las justas reivindicaciones de los trabajadores a los que tratan de usar como espurias plataformas para sus mezquinos intereses politiqueros.

La sindicalización es deseable como defensora de los derechos de los trabajadores, cuándo traicionan las intereses de sus asociados, al venderse por ambiciones personalistas a políticos inescrupulosos se transforman en despreciables seres funcionales a la opresión oficialista.

Los trabajadores necesitan menos discursos de sus dirigentes y más acción en defensa de fuentes laborales dignas y exigiendo salarios dignos en reemplazo del miserable salario mínimo, menos de 4 mil pesos al día, con el que millones de chilenos deben agradecer el privilegio de trabajar.