Piñera Presidente......
Muchas pueden ser las disquisiciones de que pudieron haber otros postulantes por el lado de la oposición, incluso hay muchos a los que el candidato elegido no les satisface o incluso algunos que recuerdan algunas desafortunadas declaraciones del postulante referentes a nuestro pasado reciente.
Todas las posturas las consideramos respetables y en algunos casos de una contundencia lógica relevante, pero, creemos que el primer deber de quienes estamos hastiados con la concertación, con la sorprendente incapacidad y falta de honestidad que han demostrado, es cambiar a quienes ejercen el poder.
Matices y diferencias pueden ser múltiples, algunas justificables y completamente entendibles, pero debemos discriminar en lo que es realmente importante para el país, deshacerse de la pandilla que hace 20 años se apoderó de La Moneda y que con engañifas y trampas pretende apernarse en el Gobierno.
Tenemos muchas diferencias de apreciaciones con el candidato, algunas de ellas graves en relación a sucesos recientes y a su falta de compromiso con la aplicación de las Leyes que rigen a la República, que jueces “vendidos” por posibles ascensos están dejando sin cumplir.
Sin duda alguna Piñera es el mal menor, la sola posibilidad de que sea derrotado por un totalitario Eduardo Frei, que nunca ha demostrado las dotes necesarias para ejercer el cargo, ni tampoco para crear nada, nos causa un estremecimiento al pensar en los resultados de una nueva Administración del sujeto.
Al menos debemos darle a Piñera el beneficio de la duda y la oportunidad de demostrar que está capacitado para hacerlo mejor que quienes están hoy en La Moneda, lo que no resultará muy difícil, en la ocasión que tiene Chile para detener la rodada al precipicio en que nos tiene la concertación.
La alternancia en el poder no es solo un eslogan, es una necesidad parta desmontar a la banda de incapaces que han trepado en el Ejecutivo y desarticular la máquina corruptora que tienen funcionando a todo vapor, con la que simplemente han saqueado el país.
Al Piñera solo le pedimos que haga un buen Gobierno, con estricto apego a la Constitución y la Legalidad vigente, que solucione los problemas que agobian a la mayoría de nuestros conciudadanos, y que se preocupe de terminar las inmorales persecuciones de las que son objeto nuestros hombres de armas.
El Bicentenario es la ocasión propicia para terminar con las odiosidades del pasado y para, de una vez por todas, propiciar la reconciliación que el pueblo de Chile requiere para enfrentar los inmensos desafíos que nos impone el futuro y poner todos los esfuerzos en el desarrollo nacional con Justicia Social.