El voto, un arma formidable.
Desde siempre las juventudes han tenido un rol importante en la vida política, son quienes le ponen a la actividad dosis extraordinarias de idealismo, entusiasmo y entrega al servicio público, los jóvenes han sido y serán el verdadero motor de los cambios.
Un ejemplo palpable de la importancia de los jóvenes en nuestra historia lo demuestran nuestro heroes patrios, que a pesar de su corta edad sacrificaron sus vidas por la Patria y por la conquista de las libertades con que contamos.
La cultura, las artes, la innovación, los emprendimientos, las luchas valóricas, la defensa de los más débiles de la sociedad, el involucramiento en causas justas y nobles dan cuenta del compromiso de los jóvenes con el país.
El distanciamiento juvenil con una política que se ha auto desprestigiado, que se muestra como mentirosa y corrupta sin duda se ha ganado el repudio de la gente noble, pero, el cambio que es necesario realizar requiere de nuestros esfuerzos.
No estando inscritos, absteniéndonos en las elecciones o votando en blanco no demuestra ser contrario a lo que sucede, es un gesto inútil, pues las abstenciones, los votos que no marcan preferencia o los anulados, simplemente son restados de los votos emitidos.
Actuar de esta manera, como protesta, es simplemente ayudar a que la mayor de las minorías, que lamentablemente es la que tiene el poder, se aperne de manera definitiva en cargos de representación que no tienen validación social.
El voto, aunque parezca algo baladí, es un arma formidable con la que los ciudadanos podemos forzar a los políticos y a las Autoridades a actuar dentro de los cánones de probidad y decencia exigible a clases altamente privilegiadas.
No te margines, súmate a la mayoría que quiere rectificaciones sistémicas dentro de las leyes, usa tu sufragio como un castigo contra aquellos que han convertido el engaño en su forma usual de actuar y como sanción a los que han incumplido sus promesas.
No votes por consignas más o menos atractivas, vota por programas que sean cumplibles, pero teniendo en cuenta la necesidad de cambiar a los representantes de manera permanente, así no se achanchan ni tampoco pueden poner en marcha las máquinas corruptoras.
No te dejes intimidar por las amenazas catastróficas que se lanzan en prevención de que puedan triunfar sus oponentes, recuerda que las escobas nuevas siempre barren mejor que las que ya han cumplido un ciclo de uso.
Caras nuevas, ideas renovadas, corazones limpios y gente comprometida con el futuro de nuestra gente son sin duda los que deben llegar al poder, los carcamales que se aferran a él ya nos han demostrado su incapacidad.
Involúcrate, participar en las elecciones y manifestar tus opciones es un derecho que nos permite a todos los chilenos reclamar el cumplimiento de las promesas, exigir los resultados ofrecidos y manifestar nuestro descontento al sentirnos engañados.