Sernac Financiero: bueno para el país,
por Tomás Flores.
LA COMPETENCIA es buena. Es buena para los consumidores, ya que les permite acceder a bienes y servicios ofrecidos al precio más conveniente. Es buena para los emprendedores, ya que permite que cualquier nuevo empresario pueda desafiar a los que existen y obtener sus clientes gracias al mejor producto o precio. Es buena para la economía de nuestro país, ya que permite que los recursos escasos se asignen a su uso más eficiente, logrando así el máximo crecimiento posible.
Así, las políticas públicas que promueven la competencia en todos los mercados generan ganancias netas para toda la sociedad y ese es el espíritu contenido en el proyecto de ley anunciado por el Presidente Piñera la semana pasada sobre el Servicio Nacional del Consumidor (Sernac). En dicho proyecto, aumentará el presupuesto y dotación de personal de la institución, al mismo tiempo que les dará la categoría de ministros de fe a algunos de ellos, lo que reforzará al consumidor que acude a la justicia cuando considere que sus derechos han sido vulnerados.
Creemos que el potenciamiento de la institución es un camino más adecuado que la creación de una nueva agencia, ya que el Sernac tiene una marca conocida y la cobertura regional existente le permite atender reclamos a lo largo de todo el país. Así, la creación de divisiones especializadas en el mercado financiero, incluyendo bancos, tarjetas de crédito y cajas de compensación, entre otras; en los servicios de telefonía y de transporte, generarán un servicio público que será capaz de enfrentar los requerimientos de los consumidores.
Esto es particularmente importante en compras que no son habituales, ya que en las compras habituales el consumidor aprende y cambia de proveedor cuando percibe que no es atendido como a él le gustaría. En cambio, en aquellas compras no habituales como la contratación de un crédito hipotecario, por ejemplo, el desconocimiento del consumidor genera la posibilidad de que las condiciones del contrato no sean necesariamente muy competitivas. Aquí surge la necesidad imperiosa de que haya mayor información que le permita al consumidor tomar una decisión bien fundamentada. Lamentablemente, en nuestro país el conocimiento de lo que es una cuenta bancaria, un crédito hipotecario o la tasa de interés, no forma parte de los contenidos de la educación media, a diferencia de lo que ocurre en otros países, lo que coloca a las personas en una situación de asimetría de información que limita sensiblemente su libertad de elegir.
De esta manera, al tener el Sernac el acceso a la información y exigir que ésta sea presentada a los consumidores de una manera fácil y comparable, deberíamos observar una mayor intensidad competitiva en varios mercados, con el consiguiente aumento de la eficiencia de nuestra economía.
En conclusión, la consolidación creciente del modelo de economía de mercado que nuestro país adoptó hace varias décadas se verá reforzada con este proyecto de ley, ya que les permitirá a los consumidores acceder a mejores bienes y servicios, premiando así al comerciante que se destaca por sobre los demás.
(*) Tomás Flores es el actual Susecretario de Economía.