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sábado, 6 de junio de 2009

El derrumbe de un Imperio.

( Las herramientas de la dictadura roja )

El derrumbe de un Imperio.

Para algunos resulta “misterioso” el motivo por el cual se derrumbó el Imperio “socialista”, pero, para los que hemos seguido la historia de estos sanguinarios regímenes las causas son demasiado evidentes.

La restricción de las libertades y de los derechos civiles, la eliminación por decreto de Dios, las hambrunas y las insatisfacciones por los malos niveles de vida son las causas básales de la caída de los Gobiernos rojos.

Los primeros atisbos se vieron en Praga en la primavera de 1956, cuándo el pueblo cansado de la opresión salió multitudinariamente a las calles y su rebelión fue exterminada a sangre y fuego.

De allí en adelante, aunque trataron de aggiornar sus regimenes, los países de la orbita soviética estuvieron siempre bajo los temores de nuevas sublevaciones como las de Hungría y Polonia.

La descomposición del poder imperial instaurado por la nueva casta partidaria, fue asombrosa, entre el año 1989 y 1992 cayeron como fichas de dominó las dictaduras que había instaurado.

Checoslovaquia, Hungría, Polonia y Rumania el año 1989, Alemania Oriental, Mongolia, Mozambique y Somalia el año 1990, Albania, Camboya, Etiopia y la URSS el año 1991, Angola y Yugoslavia el año 1992.

Solo cuatro años bastaron para derribar los mitos de la felicidad de los pueblos bajo ese sistema, de la fortaleza de esos regímenes, de los avances sociales y de la imposibilidad de los cambios sistémicos.

Del antigua sistema quedan solo algunos carcamales, como Castro en Cuba, en Corea del Norte, Vietnam, y el socialismo Chino, que mantiene la opresión comunista y aplica intensivamente el capitalismo.

Hoy han aparecido, especialmente en América regimenes similares, como el de Chávez en Venezuela, Morales en Bolivia, Correa en Ecuador Ortega en Nicaragua, entre otros que reivindican el fracasado sistema.

Otros países, que siguen los mismos pasos lo hacen con regimenes pseudo democráticos como el de Kirchner en Argentina, Bachelet en Chile o Lula en Brasil tratan de encontrar un camino más amable al detestable sistema.

Más de 100 millones de muertos han provocado quienes han querido conducir al mundo al paraíso socialista, decenas de millones de seres humanos han sido esclavizados y miles de millones de personas perdiendo sus libertades.