Sin duda la encuesta CEP puso a todas las candidaturas presidenciales en plena carrera por llegar a La Moneda, desatando por cierto la cara más sucia de nuestra política que muestra más descalificaciones que proyectos.
Hay solo tres postulantes con alguna opción de llegar a la meta, circunscribiendo la lucha al opositor Sebastián Piñera, el oficialista Eduardo Frei y el izquierdista (¿?) Marco Enríquez Ominami.
Como era de esperar, en la desesperación por mantenerse en el poder, la concertación ha centrado sus fuegos en el opositor Piñera y en el hasta hace poco oficialista Enríquez Ominami.
Todo el peso del Estado se ha movilizado para favorecer la candidatura de Frei Ruiz Tagle, pasando por sobre las barreras morales, y las sanas practicas democráticas, con una inmensa campaña interventora.
Los calificativos, llegando en algunos casos a la grosería, se escuchan a diario, las descalificaciones y la falta de consecuencia con lo que cada uno ha hecho anteriormente es la tónica.
El oficialismo hace oídos sordos a los planteamientos de sus contendores, dejando en el olvido los ataques de su candidato a la Presidente Bachelet y bregando, escondidos bajo sus faldas, por captar algo de la popularidad de la Mandatario.
De todos los postulantes, por cierto excluimos a quienes escasamente marcan un 1%, nos desagrada el oportunismo de Frei, al que vemos capacitado de vender su alma a cambio de poder.
El chaqueteo que se evidencia al escuchar a este “nuevo candidato” que otra vez nos ofrece un país nuevo, nos parece sorprendente y demostrativo de la mediocridad que se ha apoderado de los concertados.
Por que consideramos que lo han hecho muy mal, creemos imprescindible una renovación total de los equipos Gobernantes, por eso en diciembre no dudaremos en votar por Piñera.
Frei implica solo más de lo mismo