El Caso Schmidt-Hebbel y la Ética Periodística.
La reciente emisión del programa "Nadie Está Libre", que transmitió una controversial entrevista a María del Pilar Pérez, la famosa "Quintrala", motivó una
Con evidente molestia, señalaban que el espacio había hecho parecer a la asesina como una víctima, ignorando de plano las causas que la llevaron a planear el repudiable asesinato, del cual el economista de 25 años no era el objetivo principal, sino que, como todos sabemos, era el jefe de familia, Klaus Schmidt-Hebbel.
Posteriormente, todos nos enteraríamos de otros sórdidos detalles de la historia: el sicario y las disputas de la mujer por el patrimonio familiar, que la habrían llevado a quitarse de en medio a toda su parentela.
La misiva motivó otra respuesta, esta vez de la directora ejecutiva de Canal 13, Mercedes Ducci. Sin embargo, su intento por tratar de aclarar la situación (referente a la edición del compacto y el enfoque que, según ella, tiene el programa) no pasó de ser otra de esas situaciones en que la explicación agrava la falta.
Ahora, estimados lectores, hay un punto interesante en todo esto. Es impresentable que un canal que se dice católico, como Canal 13, con el solo fin de captar audiencia eleve a calidad de héroes a los delincuentes y haga lo mismo con la gestora de un escalofriante crimen. La linea editorial de esta estación está profundamente trastocada, y ello se nota. Para ello, basta echarle una ojeada a la parrilla programática, otra de las tantas vergüenzas de la TV abierta.
Lo que todavía no entiendo es por qué la Iglesia (de cuya propiedad es la estación) no ha intervenido el canal y cortado cabezas. Hace bastante falta, si es que desean conservar el apelativo de "católico" en todo su sentido y no sólo como parte de un nombre.
Hace rato que canal 13 anda de tumbo en tumbo con tal de mantenerse "masivo y rentable". Cortaron abruptamente la transmisión de la Copa Chile porque a la final llegaron sólo equipos de regiones (y eso no le gusta para nada a los poderes fácticos), sacaron del aire un clásico como Tierra Adentro para reemplazarlo por Los Simpson, y ahora, exhiben esta entrevista, que es sólo una confirmación del pésimo trabajo que viene realizando un grupo de "periodistas" respaldados por no se quién, representando el mejor ejemplo de una ciega y completa autodestrucción... Y recuerden que no todos tienen acceso al cable.
¿Y la ética, dónde está? Probablemente en el cesto de la basura de una de las tantas oficinas del canal. Lo que debería ser la piedra angular del trabajo periodístico, junto con la objetividad, no se ve por ninguna parte.
La televisión también es un medio de comunicación y por lo tanto su misión también es enseñar y educar, algo que nunca debió perder.El día en que la farándula y la chabacanería desaparezcan, podremos volver a creer en un país mejor.
Nota de la Redacción:
Hemos recibido de un amigo esta nota que creemos ilustra la pérdida de valores que enfrenta nuestra sociedad.