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viernes, 15 de abril de 2011

La contienda política de hoy, por Sergio Melnick.


La contienda política de hoy,

por Sergio Melnick.







Los grandes actores de nuestra política chilensis de hoy son básicamente cinco: el Gobierno, la Concertación, la Alianza, la izquierda dura, y ME-O. En una segunda fila, muy lejana, están la CUT, la Fech y adláteres, los ecologistas, las organizaciones empresariales. Y por ahí más o menos se define el juego nacional.



El Gobierno se ha instalado en plenitud y tiene una agenda poderosa, aunque sin gran épica. La misma derecha le reclama que no tiene “relato”, que curiosamente es una categoría más bien propia de la izquierda: una ficción para los que no hacen las cosas concretas, para los que creen que con las comunicaciones se compensan las debilidades de la gestión (léase Bachelet). Yo me alegro de que el Gobierno no tenga “relato” y que sea un hacedor. Los resultados en 12 meses son francamente elocuentes: mucho empleo, mucho crecimiento, ingreso ético, inicio de la reducción del 7% para los jubilados, 6 meses de posnatal, accountability, aumento significativo de la inversión, reformas a la educación exitosas, prácticamente eliminación de las esperas Auge, reducción fuerte de la delincuencia, y sigue y suma. Y eso que hubo un terremoto terrible, así que hay que agregar la reconstrucción. Frente a estos logros los dos o tres chascarros que ha habido son irrelevantes, pero han sido la tabla de salvación de la Concertación. El Gobierno está aún al debe en regionalización, en ciencia y tecnología, educación superior, turismo, y la potencia agroalimentaria. Se le viene inflación y tipo de cambio aún más bajo, y eso es muy malo para las encuestas. Ahora, si se quiere una causa épica, yo elegiría la descentralización real.



Pero el principal drama del Gobierno está en la ex Coalición por el Cambio, que ha vuelto a ser sólo la Alianza: un error político serio. Debió fortalecerse ChilePrimero y avanzarse en otros referentes asociados. La Alianza está con graves problemas de afecto societatis. Pero eso es sólo en las cúpulas, porque las bases de la centroderecha son muy homogéneas. Tarea para la casa, entonces.



La Concertación se encuentra en estado catatónico, sin propuesta alguna. Además, despojada de sus banderas tradicionales por la actuación del Gobierno, queda aún más desnuda. Es que las diferencias entre ellos son enormes, simplemente irreconciliables sin el poder o Pinochet. La DC y el socialismo son enemigos históricos, el resto es música. Unos son cristianos, los otros han luchado contra el opio de los pueblos por décadas. Unos son demócratas auténticos, los otros han predicado la revolución y la dictadura por décadas. La DC y los radicales son como el agua y el aceite. No se quieren desde los años 50. El PPD y el PS tienen más afinidades, pero el PPD no tiene domicilio ideológico claro y el PS sí. El MAS, el PRO, Arrate y otros descolgados de la izquierda buscan su propio destino, y se alimentan de la misma base ideológica. Pero el problema más serio de la Concertación es el liderazgo. Siguen soñando con Bachelet, pero es pura fantasía. Lagos trata de meterse al ruedo, pero huele a añejo. Tohá no floreció. Walker va bien, pero se nota que está cultivando un surco paralelo por si acaso. El PS está dividido por dentro, y Escalona no perdona.



De los movimientos en desarrollo, es sólo el de ME-O el que va a generar ruido y atracción popular. Le ha sido difícil sacar adelante el PRO, pero ha logrado el piso para tener carnet de identidad y poder presentarse por derecho propio a las elecciones de 2013. El segundo semestre inicia su carreteo por la pista de despegue, y estará en el aire para las municipales de 2012. Su discurso le pega bajo la línea de flotación a una Concertación que ya se hunde, y será una luz de salida para ellos, pero con otras reglas. Navarro, Arrate, el PC y otros van camino a un nuevo frente de izquierda. Eso es más claro para la ciudadanía, y les dará una fuerza política interesante.



En suma, el Gobierno tiene bastante despejada la pista para avanzar, y sólo debe hacerlo. El 21 de mayo es el hito de referencia. Tiene problemas en su back office que debe resolver. Sólo Piñera puede hacerlo. Ojo con la Fech y la CUT, que necesitan protagonismo y quieren ir a la calle, y así ayudan a la izquierda. La Concertación antigua está en sus últimos estertores: ojalá se reinvente bien, ya que un sistema de dos bloques les da gran estabilidad a los países. ME-O avanza por los palos y es el factor disruptivo a considerar.

El resto serán sólo anécdotas.