Desinfección del país....,
por Mario Montes.
Es de conocimiento público, además de ampliamente notorio, que la concertación corrompió la hasta hace solo 20 años “profesional” Administración Pública chilena, famosa en el Continente por su eficiencia y capacidad.
Esta imagen no se refiere a los funcionarios de carrera del aparato público, se refiere a los miles de operadores políticos que instaló esa agrupación formado una Administración paralela con la que movían los engranajes de sus máquinas y obtenían financiamiento para sus agrupaciones.
Decenas de miles de funcionarios fuera de los escalafones, a los que se mantenía con contrato a plazo fijo, lo que no les convierte en funcionarios fiscales ni les otorga las garantías previsionales o de salud que los de planta se han ganado con esfuerzo y sacrificio.
Ese componente de la Administración debe ser apartado de las funciones Gubernamentales, pues, solo se les puede considerar un lastre para el tesoro público, que, a pesar de recibir remuneración, hacen un aporte mínimo al desarrollo nacional.
No entendemos la posición de defensa de esos “cargos”, inexistentes en la Administración, que ha tomado la ANEF, denunciando persecuciones políticas en una acción que solo puede considerarse de desinfección del Fisco al desembarazarse de personal inútil.
Esas personas a las que está defendiendo el Sr. De la Puente no ingresaron a los Servicios por méritos o por tener una preparación especializada, están en esos lugares casi exclusivamente por ser funcionales al pacto político que nos Gobernó por cuatro largos lustros.
Dos decenios en los que se repartieron la Administración como si fuera un “botín de Guerra”, cometiendo todos los atropellos imaginables sin que los dirigentes de la ANEF, por conveniencia o por compromiso, osasen levantar la voz en defensa de la Justicia.
