democráticos con la metralleta que le regaló
Fidel Castro, el chacal del Caribe).
Allende ¿un demócrata?
Se nos ha tratado de vender la imagen de Salvador Allende como la de un demócrata, de un Republicano, de un defensor del pueblo que fue “asesinado” por el criminal pinochetismo.
La realidad que nos muestran los hechos es totalmente diferente, salvo que efectivamente llegó al poder de manera legítima, aunque en el ejercicio del poder se transformó en ilegitimo.
Allende, para acceder a La Moneda, firmo un pacto Constitucional con la democracia cristiana, por motivos “estratégicos” según el mismo lo declarara posteriormente.
En el Gobierno de Allende se utilizaron los “resquicios legales”, se formaron grupos armados, se trató de dominar al pueblo por el hambre.
La Constitución y las Leyes se transformaron en un mero artículo de decoración, se sembró las odiosidades y la división entre los chilenos, se destruyó la economía.
La educación y la salud se transformaron en una chacota que vivía en paros o manifestaciones despreocupándose de las necesidades de la gente.
La inseguridad y el matonaje oficialista se transformaron en sensaciones permanentes, la gente salía de sus casas sin tener claro si volverían a ver a sus familias.
La Justicia fue sobrepasada, se le negaba el auxilio de la fuerza pública para cumplir sus fallos y se les insultaba por la prensa amarilla manejada desde el Palacio de Gobierno.
En el Gobierno de Allende se trasgredieron sistemáticamente los derechos humanos de millones de chilenos, de manera brutal, lo que hace imposible aceptar la deificación que se hace de él.
Baste recordar que el Propio Allende reconoció que quedaba harina, para hacer pan, para sólo un par de días y comida, costaba encontrar y era cara.
Usando la industria, casi toda en forma ilegal en manos del Estado y el sistema de distribución se creó un mercado negro que florecía ante las necesidades populares.
Llevado el país a un punto sin retorno, en el que los termocéfalos de la izquierda querían una sangrienta guerra civil, Allende, para no enfrentar el juicio popular se suicidó.
Antes de descerrajarse un tiro trató, por medio de Radio Magallanes, que sus cordones industriales salieran en su defensa, pero estos hicieron mutis por el foro.