Manejaron mal la crisis asiática, se farrearon la bonanza de los últimos años en que hemos tenido precios altísimos de nuestras materias primas de exportación, como el Cobre, el Molibdeno o la celulosa, sin producir el despegue que Chile necesita y ansía.
Sin duda nuestros Gobernantes han demostrado una falta de ideas preocupantes, características de deficiencia en la administración, una sorprendente incapacidad y una absoluta falta de honestidad en el mandato popular de conducir al país.
Una nueva administración del mismo signo solo puede augurarnos tiempos peores, escándalos de peculados y derroches permanentes y demostrarnos, fehacientemente, que son unos excelentes creadores de mitos y esloganes, pero unos pésimos realizadores.
El relevo de la gente que está en La Moneda se transforma en una necesidad, Chile, si quiere tener alguna posibilidad de llegar a etapas de desarrollo más avanzadas, tiene la obligación de cambiar, desalojar, cambiar, a quienes solo han sido capaces de comprometer el futuro.
Nunca en nuestra Historia Patria, de casi 200 años de vida independiente, un Gobierno había tenido tantos recursos financieros como que ha manejado la concertación, nunca tampoco la plata de los chilenos había sido tan mal invertida o grotescamente robada.
Una quinta versión de la Concertación solo terminará por sepultar los anhelos y los sueños de nuestros jóvenes, institucionalizará las remuneraciones miserables que tenemos y mantendrá en la miseria en que se debaten hoy a nuestros viejos que entregaron todo al país.
No gracias, nosotros, al menos, entregaremos todas nuestras energías para tratar de evitar este atentado contra nuestro país y nuestro pueblo que han sido vilmente engañados por promesas edulcoradas que nos han hecho despertar llenos de desengaños y frustraciones.