Chilenos tras rejas....

Problemas ciudadanos…..

Los problemas que afectan a la ciudadanía son graves y abarcan múltiples dificultades que complican nuestras vidas, pero los más importantes son la amenaza de aumento del desempleo, que ya es sumamente alto, las dificultades de movilización, el sobre endeudamiento que afecta a casi todo el pueblo y ciertamente el explosivo aumento de la delincuencia.

Sin duda la delincuencia, con ese cambio brusco con que están actuando los maleantes, mantiene atemorizada a la ciudadanía, que como única forma de sentir algo de seguridad se encierra en sus casas tras llaves, candados y enrejados para evitar transformarse en la noticia rojo del día siguiente o lo que es peor condenar a la familia a retirar sus restos del SML.

Para los chilenos, que vemos como se ha destinado ingentes recursos para la compra de materiales a las Policías, que incluyen desde vehículos a elementos de seguridad, nos parece insólito comprobar que Leyes mal estructuradas y Tribunales de Justicia extremadamente permisivos esterilizan los esfuerzos de las Fuerzas del Orden.

Creemos que es hora de devolver a la Policía, tanto a la Uniformada como a la Civil, las herramientas que les permitan detener a los sujetos que actuán de manera sospechosa, a la vez que es importante terminar con las restricciones que impiden a estos abnegados funcionarios defenderse de los ataques mafiosos, so pena de perder la pega.

Nuestra clase política, es especial los actuales ocupantes de La Moneda y sus secuaces, han impuesto Legislaciones y reglamentos que protegen con extrema eficiencia los derechos de los maleantes, pero que deja en la más completa indefensión a los ciudadanos honestos que ven con horror el ataque a la sociedad de las pandillas de delincuentes.

Los pandilleros tienen acceso a todo tipo de armamentos, que como es obvio no solicitan permiso para portar ni inscriben su tenencia, pero a los ciudadanos normales se les ha inhibido la posibilidad de defenderse al dificultar de manera extrema la obtención de esos elementos y hasta se intenta complicar la tenencia de canes guardianes para proteger la seguridad de nuestras casas.

Estamos en la situación, ciertamente paradójica, que el Estado, por Ley encargado de proporcionarnos la seguridad necesaria no cumple con esta función primordial, pero a la vez nos está prohibiendo las posibilidades de obtener los medios para esa protección que nos es negada, poniendo en riesgo la seguridad de las familias y pisoteando nuestros derechos humanos.