Creo más indispensable que nunca reforzar nuestra convicción de que, después de Dios, nos debemos a Chile, qué tanto nos significa en su pasado y de cuyo futuro tendremos que responder -en forma anónima, pero no por ello menos real- ante las generaciones que vengan. Cuanto podamos tener que sufrir y perder por el bien de Chile, hay que tomarlo como un signo de la Providencia y como el necesario sacrificio que entraña el cumplimiento del deber”.
(Carta de Jaime Guzmán Errázuriz dirigida a su madre, fechada el 29 de agosto de 1973)
Hoy hace 18 años el Senador Jaime Guzmán Errázuriz fue brutalmente asesinado por un grupo de pistoleros marxistas, que con la colaboración de miembros del Gobierno de Aylwin libraron de las condenas que merecía por este magnicidio, además de múltiples ataque terroristas realizados anteriormente.
Los asesinos, Ricardo Palma Salamanca, conocido como el negro, y Raúl Escobar Poblete, con el alias de “Comandante Emilio”, de militancia en el MIR (Movimiento de Izquierda Revolucionaria) fueron los autores materiales del atentado, siendo capturado solamente Palma que con complicidad oficial escapó de la cárcel.
Los autores intelectuales de este crimen fueron Sergio Galvarino Apablaza, comandante Salvador, Mauricio Hernández Norambuena, “Comandante Ramiro”, Juan Maco Gutiérrez Fischmann, “El Chele, todos piezas importantes de la estructura del MIR, involucrados en el secuestro de Sebastián Edwards y el atentado contra el Presidente Pinochet.
Apablaza fue detenido en Argentina, pero un Juez negó la extradición a Chile y quedó en libertad, Mauricio Hernández Norambuena, está detenido en Brasil por delitos locales a la espera de ser extraditado al país, Juan Maco Gutiérrez Fischmann, casado con una hija de Raúl Castro, sigue prófugo, se sospecha que viviendo en Cuba.
Nadie pagó por estos atroces crímenes, la Justicia se ha hecho la lesa en perseguir las responsabilidades de los cómplices y ayudistas que encontraron en el Gobierno del demócrata cristiano Patricio Aylwin, denegando a los chilenos la posibilidad de ser resarcidos por el castigo a estos deleznables actos.
Jaime Guzmán fue asesinado por ser el mejor hombre de la oposición, porque seguramente sería el postulante que le quitara el Gobierno a la concertación, pero básicamente fue eliminado por ser un hombre de principios sólidos, un defensor de la obra del Gobierno Militar y un convencido de la necesidad de Justicia para la posibilidad de reconciliación.
Jaime Guzmán cayó bajo las balas asesinas de los terroristas por luchar por un destino mejor para el pueblo de Chile, por sus valores cristianos, de verdad, que se oponían al oscurantismo y la mentira oficialista que ya comenzaba a falsear nuestra historia, por los odios que permanentemente han sembrado quienes hoy están en el poder.
Jaime Guzmán Errázuriz es sin duda uno de los iconos civiles en los que debiéramos asentar el resurgimiento del país y la recuperación de nuestros valores Nacionales, así como el Teniente de Carabineros Hernán Merino es el héroe juvenil sobre el cual debemos reconstruir el amor Patrio, a ambos, y a Simón Yevenes, que mañana se recuerda su asesinato, deseamos descansen en paz, aunque siempre estarán en el corazón de los chilenos bien nacidos.
En la senda de Jaime Guzmán no descansaremos, mientras tengamos vida, en defender la obra de reconstrucción y refundación del Gobierno Militar encabezado por el General Pinochet, así como tampoco cejaremos hasta que se haga Justicia y se libere a aquellos que tuvieron la tarea de luchar contra en inhumano terrorismo.
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Misa en recuerdo de Jaime Guzmán Errázuriz
Recordamos a nuestras (os) amigas y amigos que hoy, a las 20 horas, hay una misa en recuerdo de este insigne patriota, al cumplirse los 20 años de su muerte, en la Iglesia de las Hermanas de la Providencia (Av. Providencia 509, Región Metropolitana), a la que por cierto están invitados todos los chilenos de verdad.
