Divagaciones sobre el pésame comunista a Corea del Norte.
Seguramente, de no haber sido por las explicaciones que ha intentado la dirigencia roja, la carta de condolencias del partido comunista chileno a Corea del norte, por el fallecimiento del dictador Kim Jong-Il, solamente hubiese sido considerada como un documento surrealista y nadie le hubiese otorgado una mayor importancia.
La redacción de la misiva, que sin duda demuestra admiración por el régimen de Pionyang, nos parece una clara demostración de la falsía de la presenta renovación de los cuadros del comunismo criollo y nos deja en evidencia que siguen siendo los totalitarios de siempre y los admiradores contumaces del más puro estalinismo.
Los intentos de Teillier, Presidente del partido de la bandera roja y Diputado designado por la DC, de Carmona, y la intentona de la ex Presidente de la FECH, Camila Vallejo, por zafarse de la responsabilidad de este “saludo”, nos parecen por un lado extemporáneos y por el otro una demostración del extremo cinismo de los comunistas criollos.
El PC chileno, para cualesquiera que conozca su organización, es totalmente horizontal en sus mandos, lo que hace inverosímil que algún subalterno, como sería en este caso el encargado de relaciones internacionales, Carlos Insunza, pueda correr con colores propios y sin la autorización de la nomenclatura superior haya decido subir el documento a Internet.
Consideramos que el documento en comento es una muestra más de la hipocresía de los representantes de la colectividad de la hoz y el martillo, los que por un lado rasgan vestiduras por sus propios derechos, pero por el otro no tienen reparo alguno en apoyar a sus “camaradas” que pisotean los de todos los habitantes de sus países.
La doble moral de los comunistas chilenos es asombrosa, por un lado defienden los derechos de su militancia a las libertades civiles y políticas, mientras por el otro avala a las tiranías más execrables existentes en el mundo, seguramente porque su proyecto político es más similar a estas que a una verdadera democracia.
Para entender este saludo es necesario establecer que la República Popular Democrática de Corea, que no tiene nada de republicana ni de democrática ni mucho menos de popular, es una tiranía comunista, con más de 60 años en el poder y en la que se ha establecido un sistema semi monárquico de sucesión que acaba de llevar al poder a Kim Jong-un.
El culto a la personalidad del fallecido Kim Jong-Il está llegando a límites que bordean el absurdo y lo ridículo, pues al “Respetado camarada” o “nacido del cielo”, como le llama el oficialismo coreano, se le están atribuyendo características sobrenaturales, en las que se miente sobre su nacimiento y se le cuelga haber escrito 1.500 libros en tres años.
Si no fuese trágico, resultaría hasta divertido constatar que el eslogan del escudo del país reza “Poderosa y próspera gran nación”, lo que seguramente es cierto, en base al hambre, que provocó al menos un millón de muertos, se constituyó en el poseedor de un fuerte poderío nuclear y en el 4° ejército del mundo, pero de prosperidad nada.
El sistema de Gobierno ha establecido la tiranía de los Kim, que por tres generaciones y 68 años, has subyugado al pueblo coreano, dejando un saldo de unos dos millones de víctimas, un millón por hambre, en el que el ingreso promedio de sus ciudadanos de de unos miserables 83,33 dólares mensuales y que subsisten de la limosna internacional.
En Corea del Norte han sido abrogados todos los derechos humanos, en ese país el Gobierno controla todos los aspectos de la vida de las personas, haciendo que sus ciudadanos sean los que tienen menos libertades básicas que cualesquier otro pueblo del mundo y en el que la única preocupación Gubernamental es la militarización de esa nación.
Con Kim Jong-un llega al Gobierno la tercera generación de la familia gobernante, que ha Gobernado desde la existencia de ese país provocada por la división del país asiático, en el año 1948, se afianza una tiranía desvergonzada, que sobre los cadáveres de su pueblo ha construido un país pobre, pero militarmente muy fuerte.
Para formarse una idea de quienes gobiernan ese pobre país, es necesario advertir que su ejército tiene más de 1.100.000 soldados activos, con una reserva con instrucción permanente que supera los 4 y medio millones de almas, es decir, tiene una dotación de 45 milicianos por cada mil habitantes, casi el doble de Israel.
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