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viernes, 3 de septiembre de 2010

Dos septiembres recientes....., por Mario Montes.


Dos septiembres recientes.....,

por Mario Montes.


Septiembre es un mes de acontecimiento para Chile, el 4 de septiembre de 1970 ganó las elecciones Presidenciales Salvador Allende, candidato marxista de la Unidad Pupular, nombre de fantasía tras el que se ocultaba el partido comunista, el partido socialista, la facción roja del partido radical y un montón de grupusculos marxistoides salidaos de la democracia cristiana.


El 10 de septiembre de 1973 Chile se debatía entre el hambre provocada por el desabartecimiento, que era una mezcla de la ineficiencia oficialista y de su intento por doblegar al pueblo por el hambre, la desesperanza que nos mantenía sin presente ni futuro y el miedo que provocaban los grupos armados al amparo del Gobierno allendista.


El 11 de septiembre de ese mismo año, amaneció con un día gris, pero que con el correr de las horas se transformó en alegre para los chilenos que vieron con felicidad que las Fuerzas Armadas y de Orden ponían fin al nefasto esperimento socialista que transformo a los adversarios en enemigos y disoció todo el tejido social de la Nación.


Comenzó el 11 de septiembre una dificil etapa de reconstrucción, el país había sido asolado por la intentona totalitaria allendista, que duró 17 años, en los que sensillamente se le cambio la cara a Chile, dejandolo a las puertas del desarrollo, con una institucionalidad moderna y vigorosa, y en un proceso de apertura con amplias perspectivas.


La tarea fue difisilisima, pues además de bregar con un pais quebrado social, politica, moral y economicamente, hubo de combatirse una intentona belica Argentina y la permanente agresión del terrorismo gatillado desde el fenecido imperio de la URSS y manejada desde Cuba por el esbirro del internacionalismo, el dictador Fidel Castro.


Los chilenos, los que nos quedamos a luchar por el país, pasamos momentos difíciles, en los que hubimos de apretarnos el cinturón fuertemenete, reconstruimos el país con la dirección de los uniformados con trabajo y esfuerzo, pero, lo sacamos del hoyo en que le dejaron las turbias ambiciones de quienes Gobernaron con Allende.


Hoy en día aparecen, los que arrancaron a un exilio dorado, como los salvadores y recuperadores de la democracia, en circunstancias que todos sabemos, o debieramos saber, que los Uniformados, una vez aprobada la Constitución del 80, cumplieron los itinerarios previstos y ejemplarmente reconocieron su derrota entregando el mando a los triunfadores.


La historia ha sido burdamente falseada, los que pretendieron visctimizar al pueblo con una oprobiosa dictadura roja, del tipo cubano, aparecen como redentores, a los que se indemniza por haber intentado tiranizarnos, los que defendieron las libertades nacionales son demonizados, apresados y dejados en el más completo de los olvidos.


Recordamos estos sucesos, no porque queramos revivir el pasado, al contrario, porque consideramos que Chile necesita la Unidad Nacional, que algunos pregonan pero no practican, para que todos los chilenos volvamos a remar para el mismo lado y en conjunto logremos dar el paso, indispensable, que nos lleve a las ligas mayores del desarrollo.