¿ Porqué apoyamos a Micheletti?
Algunos se preguntarán, y con toda razón, ¿porqué si somos partidarios de la democracia apoyamos al Gobierno de Micheletti en Honduras y no estamos de acuerdo con la reinstalación de Manuel Zelaya en el poder de ese país?
La respuesta es simple, porque aunque Zelaya llegó al poder de manera democrática su actos, con los que buscaba ser reelegido, siguiendo el modelo chavista, le pusieron al margen de la Constitución y las Leyes.
Por que la Corte Suprema de Justicia, en cumplimiento de sus obligaciones y atribuciones, ordenó a las Fuerzas Armadas la detención del ciudadano Zelaya por trasgredir el ordenamiento jurídico.
Por que Roberto Micheletti Bain, como Presidente del Congreso, y en ausencia de un Vicepresidente era la autoridad que legítimamente debía asumir el Gobierno ante la inhabilitación de Zelaya.
Consideramos, con absoluta certeza, que en Honduras no hubo un Golpe de Estado, hubo una transición de poder, a quien correspondía, luego que los Tribunales certificaran que legalmente Zelaya estaba destituido.
La Constitución hondureña, con una sabiduría extrema, establece en el Artículo 42, número 5, que La calidad de ciudadano se pierde... por incitar, promover o apoyar el continuismo o la reelección del presidente de la República.
Creemos que la destemplada reacción internacional, incluyendo a la OEA y a la ONU, se debe a una sobre reacción, que no ha considerado los antecedentes de esta cuestión, dimensionada por aspectos ideológicos.
Estamos ciertos que las presiones contra la actual Administración, que obviamente afectan a los más débiles de la sociedad Honduras, son el resultado de un aprovechamiento mediático de la situación.
Nos parece incorrecta la forma en que han actuado casi todos los países del mundo, porque, además, la imposición que quieren hacer corresponde a una ilegal e inmoral injerencia en los asuntos internos de Honduras.
Pensamos que el Gobierno de Micheletti ha dado al mundo un ejemplo de dignidad nacional, de férrea defensa de su verdad y de compromiso irrestricto con la legalidad del país.