Frei, un renegado.
Difícil nos resulta entender a don Eduardo Frei Ruiz-Tagle debido a su constante renegar de sus acciones anteriores o de los valores que ha dicho sostener a lo largo de su vida.
Nos ha planteado, de acuerdo a su militancia, ser demócrata y cristiano, católico observante, sin embargo en temas valóricos se ha alineado con los partidarios del aborto y la píldoras asesinas.
Su incomprensible asociación con el partido comunista le ha hecho renegar de los valores de la democracia y su alianza permanente con los Escalona y los Teillier solo confirman sus ambiciones de poder.
El programa de Gobierno que ha presentado recién hace unos días es otra claudicación con la que pretende borrar con el codo el accionar de su Gobierno cuándo fue el ocupante de La Moneda.
Su apoyo al Golpe de Estado de Estado del 73, con casi todo su partido, queda retratado en sus aportes en dinero y de sus argollas matrimoniales a la Reconstrucción Nacional.
Frei ha traicionado todo lo que dice, de allí que sus planteamientos, bastante livianos por cierto, no nos merecen credibilidad alguna, lo que nos lleva a meditar sobre la inconveniencia de su vuelta a La Moneda.
Sólo para el recuerdo, digamos que Frei lo privatizó todo, ensanchando brutalmente las brechas económico sociales, que es junto a Lagos el inductor de la corruptela y que dejó una legión de cesantes.
Frei ha renegado de todo, sus actos se han transformado en un sujeto ávido de poder que no trepida en sembrar ilusiones y engaños con tal de satisfacer su vanidad y afanes desmedidos de poder.
Es un sujeto que nos avergüenza, no olvidamos sus descarnadas criticas a la Presidente Bachelet, bajo cuyas faldas hoy se cobija en una burda maniobra para intentar favorecerse con su popularidad.
Consideramos que “personajes” como este son los responsables de la escasa calidad de la política, del desprecio que la ciudadanía tiene por esta actividad y culpables del desapego popular a los procesos electorales.
Frei es más de lo mismo, acciones Gubernamentales de corte populista, soluciones para el día, pero sin una consolidación futura, más deshonestidad y la continuación de una ineptitud que ya dura 20 años.