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martes, 14 de julio de 2009

Con miras al Bicentenario......

Con miras al Bicentenario......

Interesante, aunque insuficiente, nos parece la proposición de la Iglesia Católica de amnistiar a las personas mayores de 70 años y a los procesados por delitos menores con ocasión del Bicentenario de la Independencia Nacional.

A nosotros nos parece que es una oportunidad para sepultar las divisiones y odiosidades del pasado para iniciar un nuevo ciclo Republicano en el que por fin podamos, todos los chilenos, reconciliados poner la proa al progreso.

Es cierto que tenemos visiones diferentes de los sucesos de los últimos 40 años, pero por eso creemos importante dar un paso que destierre la vendetta que se ha desatado contra unos e iguale los beneficios que se ha dado a otros.

Chile nunca podrá salir adelante si no sanamos las heridas, esas que provocó la Unidad popular y las producidas durante el Gobierno Militar, las lesiones supurantes solo pueden llevarnos a la infección de las heridas.

Justicia, bella palabra tan manoseada por algunos, implica que a los contendientes en la conflagración social que afectó a Chile se les de los mismos derechos y beneficios, es decir la aplicación de las Leyes vigentes.

Creemos que el planteamiento eclesiástico va por el buen camino, pero consideramos que debe incluir a todos los presos chilenos, con el único resguardo que a quienes reiteren el camino delictivo se les agravarán las condenas nuevas.

Amnistía viene de amnesia, esa que se ha aplicado con todos los que cometieron actos de terrorismo o atentaron contra la Legislación vigente, ahora falta el paso siguiente que es sin duda aplicarla a las del otro lado.

Debiera haber un aforismo legal que sostuviera que lo que no se puede dar a todos no se puede dar a ninguno, pues el beneficiar a solo un lado de los que se enfrentaron pasa por sobre la Carta fundamental al establecer ciudadanos de segunda.

Es peligroso lo que se ha establecido, que los ganadores puedan juzgar a los derrotados de la manera que se les ocurra, pues por ese camino estamos ciertos veremos permanentemente a quienes han pierden, ser enfrentados a la Justicia.

La Justicia no puede ser otra cosa que el “garante” de la convivencia social y debe ser aplicada a todos los ciudadanos por igual, cualesquier desviación de esta premisa nos acerca otro paso a situaciones totalitarias que nadie puede querer.