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lunes, 29 de diciembre de 2008

La otra cara de la moneda

(Bachelet, el rostro de las odiosidades)

La otra cara de la moneda.

El Ministro Francisco Vidal, como respuesta a las denuncias de que hay más gente recibiendo beneficios de manera fraudulenta acogiéndose a presuntas desapariciones o a supuestas exoneraciones fue simplemente grotesca.

Salió a culpar a la derecha de insensibilidad y a denunciarlos de ser los responsables del drama vivido por Chile de ser los culpables de la violencia política que vivió el país en la década de los 70 y hasta los años 90.

Nos parece de un cinismo inconcebible, además de una irresponsabilidad espantosa, que el Ministro que llamó en esas épocas al Golpe de Estado y que posteriormente se vanagloriaba del heroísmo de sus compañeros Militares, insista hoy en la siembra de odiosidades.

Se pretende que el Gobierno Militar asesinó a personas de manera indiscriminada, tratando de ocultar que ellos destruyeron el país, incentivaron la formación de grupos armados y pretendieron establecer una dictadura marxista en nuestra Patria.

Pretenden que olvidemos que desde el mismo 11 de Septiembre las bandas armadas del allendismo enfrentaron a las Fuerzas Armadas, que posteriormente iniciaron una guerra irregular y practicaron con profusión un demencial terrorismo.

Hubo una “guerra sucia” por parte de los bandos enfrentados como lo prueba la enorme cantidad de uniformados, de las tres ramas de la Defensa Nacional y Carabineros, que cayeron victimas de balas asesinas o por atentados criminales.

De las victimas producidas en los 17 años del Gobierno de las Fuerzas Armadas y de Orden, una parte importante corresponde a victimas uniformadas, que se encuentran en el olvido, o por heridos que hoy arrastran las secuelas de los daños recibidos.

A los del lado izquierdista se les ha dado todo tipo de beneficios y granjerías, mientras a los del otro lado han recibido procesos falseados con la utilización de Leyes inexistentes, el invento de delitos y ausencia absoluta de debidos procesos.

Aquí se ha dado un caso curioso, los destructores del país reciben jugosas indemnizaciones, suponemos que por la hazaña de destrozarnos, transformándose en una clase privilegiada que se beneficia del trabajo de todos los chilenos.

Nosotros pensamos que es necesario terminar con la impresentable falsificación que están haciendo de nuestra historia reciente, como única manera de lograr la necesaria reconciliación y, mirando adelante, nos pongamos a trabajar por construir el futuro.

Ya han aparecido, en estos días, ocho casos de familias que reciben beneficios amoralmente concedidos por el Estado, en lo que consideramos una forma de cohecho, con la que se han asegurado el poder comprando votos con los fondos públicos.

Seguirán apareciendo más irregularidades, pues estos beneficios han sido concedidos sin ninguna prolijidad, con un claro interés por beneficiar a un sector de la sociedad y con una vergonzante mirada electoralista.

Los anuncios oficiales, de reabrir las comisiones Rettig y Valech solo nos parecen voladores de luces tendientes a distraer a la gente con miras a las próximas elecciones y un intento por seguir engañandonos.

Vergonzoso nos pareció el intento manipulador de Bachelet, aduciendo que ella es víctima de la persecución política, pretendiendo que olvidemos su ligazón con el extremismo.

Como chilenos quisiéramos que se terminara con este grotesco show y ver a muchos políticos presos por robar a la ciudadanía y el libertad a los presos políticos.