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miércoles, 10 de diciembre de 2008

A dos años del Fallecimiento del General Pinochet

A dos años del Fallecimiento del General Pinochet

Hace dos años falleció el ex Presidente de la República General Augusto Pinochet Ugarte, en medio de una feroz campaña de persecuciones, desprestigio y engaño destinada a intentar borrar la obra monumental del Gobierno de la Fuerzas Armadas y de Orden.

 

Al asumir la Administración, luego del pronunciamiento de 1973, si usted prefiere llámelo golpe Militar, se encontraron con un país con su economía totalmente destruida, la convivencia social quebrada, la institucionalidad arrasada y políticamente dividida de manera irreconciliable.

 

Sin duda alguna el difícil proceso de reconstrucción, dirigido por los Uniformados y con el esfuerzo de todos los chilenos que permanecieron en el país, fue largo, complicado, doloroso, de estrecheces inmensas, hubo de realizarse una labor titánica para recomponer el país.

 

Se ha tratado de engañar a la ciudadanía diciendo que no hubo lucha y que los Militares cometieron horrendos crímenes de lesa humanidad, pero soslayan advertir que una parte importante de las bajas constatadas pertenecía a miembros de las instituciones armadas o a civiles que tuvieron la mala suerte de pasar por el lugar de algún atentado.

 

Chile actual, este país que pretende vendernos la concertación como obra de ellos, es el resultado indiscutible de un sistema económico implantado por la “dictadura”, del esfuerzo de una ciudadanía que debió luchar contra la realidad recibida y las gigantescas presiones exteriores.

 

Con toda seguridad  el país salió de este proceso de refundación fortalecido y proyectándose a paso firme al desarrollo, que lamentablemente ha sido inconcientemente dilapidado por la espuria concertación que conforman aquellos que provocaron la crisis y esos que desde la oposición llamaban al golpe de estado.

 

Poniendo la magna obra de refundación de las instituciones, de recuperación de la economía, de reformulación del aparato legal, y la nueva cultura de trabajo establecida, en la balanza de los resultados, los efectos del Gobierno Militar son indiscutiblemente positivos y provechosos.

 

Después de la entrega del poder, realizada de acuerdo a la Constitución Plebiscitada en el año 1980, ateniéndose de manera estricta a los plazos estipulados, se llamó a un nuevo plebiscito, para definir la continuidad del régimen, este lo perdieron, acatando el resultado y entregando el poder.

 

Algunos, de la pandilla de ineptos que nos Gobiernan, además de muchos frescos que sangran al Estado con indemnizaciones cobradas por el desastre provocado por ellos mismos, tratan de hacerse los héroes por la recuperación de la Democracia, intentando engañarnos una vez más.

 

La historia que han pretendido falsificar, descontextualizándola para aparecer como víctimas, nos presenta como resultado las imaginaciones de cerebros calenturientos, que no son capaces de reconocer la inmensa obra monumental realizada, la que tratan de desperfilar, vistiéndose con ropaje ajeno.

 

Estamos ciertos que la Historia verdadera reconocerá el mérito de quienes evitaron la guerra civil a que nos llevaba el marxismo de la UP, nos dieron una Constitución avanzada, reconstruyeron los tejidos sociales y la estructura económica nacional, poniéndonos en la senda del progreso.

 

Los Generales Pinochet, Leigh, Mendoza y el Almirante Merino, todos fallecidos,  serán reivindicados por su excelente conducción, mientras esa misma historia condenará a los falsarios que les han calumniado de manera inclemente en sus afanes de poder político y de riquezas materiales.

 

Como corolario de esta nota, que en caso alguno pretende hacer un recuento de la obra emprendida por estos hombres de bien, debemos advertir que la verdad puede tardar en imponerse, porque resulta imposible que mantengan a todos los chilenos engañados en forma permanente.



Junta Militar de Gobierno
Presidente Pinochet con S.S. Juan Pablo II
Multitudinario adios al ex Mandatario
El pueblo le brindó los honores que el Gobierno le negó