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lunes, 9 de febrero de 2009

A Dios lo que es de Dios, al César lo que es del César....



Gústele a quien le guste.......

A Jorge Schaulsohn, por esa época presidente de la colectividad, la visita no se le ha olvidado por otra cosa. Una noche, Fidel invitó a los PPD (estaban también Sergio Bitar y Patricio Hales) a reunirse en el palacio de gobierno. Para variar, se trató de una de esas citas nocturnas que se prolongaban por horas, y allí Castro hizo una confesión:
"Expresó su admiración por Pinochet. Dijo que era un soldado que había sacado a
Chile de una situación económica difícil, y que el Ejército chileno era honrado y decente. Nos quedamos con la boca abierta",
cuenta Schaulsohn.

( Diario La Segunda, Viernes 6 de Febrero de 2009)

Estas palabras pronunciadas por Fidel Castro, el Chacal caribeño, en Febrero de 1995, principal sostén económico y militar del extremismo en Chile, dejan en claro el evidente doble discurso del que hacen gala los sectores izquierdistas nacionales e internacionales.

Que Pinochet sacó al país de la quiebra económica que provocó el “compañero Allende, es algo que racionalmente nadie puede negar, así como tampoco le podrán quitar el haber desarrollado e institucianalizado a Chile, evitando la guerra civil que los rojos buscaban.

Que nuestras Fuerzas Armadas y de Orden son honestas y decentes es algo que tampoco esta en discusión, pues por algo la ciudadanía las tiene reputadas como la gran reserva moral de nuestra Patria.

Todo la “parafernalia” que han construido para desprestigiar al Régimen Militar se les desintegra en las manos al revisarse, de manera desapasionada, el país del que se hizo cargo la Junta Militar de Gobierno y el que entregó el retorno de la democracia.

Aunque hubo abusos contra algunas personas, lo que es ciertamente lamentable, no resulta aceptable la omisión mañosa que se hace de que a pesar del inclemente ataque de la internacional terrorista se garantizó la tranquilidad del resto de los chilenos.

La imagen y obra del Gobierno que encabezó Pinochet han sido grotescamente deformadas por politiqueros que solo han ocasionado dolores a nuestro pueblo y que pretenden seguir lucrando de la desgracia que provocaron a la Nación.

Es hora que recuperemos la decencia, el valor y la honorabilidad que hemos perdido, en forma voluntaria, al hacernos cómplices con nuestro silencio de esta insólita falsificación de nuestra historia reciente.

Los militares chilenos no son ni han sido los criminales que han pretendido mostrarnos, la Junta de Gobierno fué un Legislativo de lujo y el General Augusto Pinochet fue el mejor Gobernante de nuestra historia aunque muchos quieran ocultarlo.

Guste a quien guste y disguste a quien disguste la obra del Gobierno de nuestros Uniformados está a la vista, sin sus preclaras acciones, además de haberse rodeado de los mejores cerebros del país, le cambiaron la cara a Chile.