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miércoles, 4 de febrero de 2009

Desenmascarando mitos.


Un anti Fascismo, fascista....

No puede menos que llamar la atención la existencia de grupos que se califican de antifascistas, etiqueta que parece ser un “container” con capacidad para incluir en su interior a todo tipo de sentimientos totalitarios, como los que dicen rechazar, y de cobijar en la denominación a todo tipo de agrupaciones antisistemáticas del más variado pelaje.

Lo curioso de estas agrupaciones es que planteando su aversión a los Gobiernos fuertes, son los defensores a ultranza de Gobiernos que tiranizan a sus pueblos, como el de los hermanos Castro en Cuba, el de Chávez en Venezuela, el de Ortega en Nicaragua o el de Evo Morales en Bolivia, justificando todas sus acciones poco democráticas.
Extraño, por decir lo menos, es que además se declaran como defensores de los Derechos Humanos, pero no tienen remilgo alguno para justificar la represión brutal que el partido comunista ejerce sobre la ciudadanía de la China, o el paredón que instaló Fidel Castro en la isla mártir para eliminar a todos sus adversarios o a quienes le hicieran sombra.

Más raro aún resulta constatar que son admiradores de Ernesto “che” Guevara, un frío asesino a las ordenes de la internacional del terror o la justificación que hacen del uso del terrorismo con el objetivo de imponer a las sociedades aquellas materias en las que no tienen capacidad para convencer a la ciudadanía para que les apoye.

Como curiosidad advertimos que no tienen idea de que se trata el fascismo, al que identifican con la crus gamada del nazismo, a la vez que demuestran una completa ignorancia sobre las doctrinas a las que dicen adscribir, la que solo es parcialmente ocultada por la constante repetición de trilladas consignas de propaganda zurdas.

Se plantean como “modernos” y populares, en circunstancias que son seguidores, en forma mayoritaria, de teorías que ya el mundo ha desechado por sus nefastos resultados o por ser conceptualmente en obscuro recuerdo del pasado, como el marxismo del siglo pasado o el aún más trasnochado anarquismo.

Estos verdaderos “momios”, especie de renovado aspecto pero de anquilosadas ideas, ciertamente ancladas en el pasado, proclaman la defensa de la paz, pero apoyan a todos los elementos terroristas del mundo, llegando inclusive al absurdo de pretender disfrazarlos de actos de humanidad o de auto defensa.

Después de analizar estas organizaciones, revisar sus maneras de actuar, hemos llegado a la conclusión, que consideramos inequívoca, de que son los únicos fascistas que se encuentran actuando en el mundo, y que motejan a sus adversarios de fascistas con el objetivo de neutralizarlos y atemorizarlos con sus campañas de desprestigio.

Cabe destacar que si todas las personas que son acusadas de ser fascistas, entre los que se encuentran católicos, militares, políticos, nacionalistas, y en general quienes se oponen a los avances de las doctrinas de la siniestra roja, realmente lo fueran, en el mundo sería mayoría los seguidores de esta doctrina y sistema de organización social.