Dicen que los pueblos tienen los Gobiernos que se merecen y nosotros no podemos estar más en desacuerdo con ese aserto, pues no existe sociedad alguna que pueda merecer a algunas nulidades que se encaraman al poder sirviéndose de la explotación de las necesidades populares o valiéndose de las más retorcidas formas de engaño.
En Chile nos hemos transformado en expertos luego de 20 años de miserable manipulación de las realidades, de la presentación de programas de Gobierno mentirosos, los que nunca pensaron en cumplir, o de maquinaciones vergonzosas para sacar de la competencia a aquellos que pueden arrebatarles el trofeo estatal.
Hemos sido testigos privilegiados de la forma mañosa con que han impuesto a determinados candidatos en el oficialismo y de cómo con transacciones, por cierto bastante asquerosas en las que han quedado desprestigiados los postulados que dicen defender, han llevado a La Moneda a los más ineptos o a los más sinvergüenzas,
La designación de Frei no ha estado exenta de ninguna de las variables que hemos detallado, con zancadillas eliminaron a los rivales más fuertes, con presión quieren obligar a renunciar al que parece más débil, con engañifas quieren presentarnos como progresista a quienes han destruido el país e hipotecado su futuro.
Ampulosamente quieren convencernos que son los “defensores del pueblo” en circunstancias que sus Gobiernos han cortado las alas a las mayorías al negarles las expectativas, han liquidado a las pequeñas y medianas empresas que son las que nos dan trabajo y han exterminado a la clase media a la que han proletarizado.
Nosotros, que somos calificados de “derechistas retrógrados” no nos oponemos a que los privilegiados gocen de los beneficios que les otorgan sus éxitos, lo que rechazamos es que un Estado que se ha convertido en rico, no por buena administración sino por motivos exógenos, no proporcione las mismas posibilidades a todos.
No debemos olvidar que la concertación ha demostrado falencias insubsanables en seguridad ciudadana, que ha mantenido permanentemente a centenares de miles de compatriotas sin trabajo, que ha condenado a los jóvenes con una educación de mala calidad y que ha mantenido a nuestros viejos en condiciones de miseria increíbles.
Frei solo es más de lo mismo, más de lo que han sido estos Gobiernos que son un monumento a la incapacidad más completa, a una descomunal falta de honestidad, a una amoralidad asombrosa y, como si fuera poco, han sido sumamente onerosos para el país, lo que no se han robado sencillamente lo han dilapidado.
Ya una vez elegimos a un tontorrón, entre otros discapacitados intelectualmente a los que hemos llevado al poder, además de haber “empoderado” a fantoches y figurones, no podemos seguir equivocándonos, pues además de arriesgar un futuro que ya se ve difícil, nos exponemos un estallido social de magnitud imprevisible.
En Chile nos hemos transformado en expertos luego de 20 años de miserable manipulación de las realidades, de la presentación de programas de Gobierno mentirosos, los que nunca pensaron en cumplir, o de maquinaciones vergonzosas para sacar de la competencia a aquellos que pueden arrebatarles el trofeo estatal.
Hemos sido testigos privilegiados de la forma mañosa con que han impuesto a determinados candidatos en el oficialismo y de cómo con transacciones, por cierto bastante asquerosas en las que han quedado desprestigiados los postulados que dicen defender, han llevado a La Moneda a los más ineptos o a los más sinvergüenzas,
La designación de Frei no ha estado exenta de ninguna de las variables que hemos detallado, con zancadillas eliminaron a los rivales más fuertes, con presión quieren obligar a renunciar al que parece más débil, con engañifas quieren presentarnos como progresista a quienes han destruido el país e hipotecado su futuro.
Ampulosamente quieren convencernos que son los “defensores del pueblo” en circunstancias que sus Gobiernos han cortado las alas a las mayorías al negarles las expectativas, han liquidado a las pequeñas y medianas empresas que son las que nos dan trabajo y han exterminado a la clase media a la que han proletarizado.
Nosotros, que somos calificados de “derechistas retrógrados” no nos oponemos a que los privilegiados gocen de los beneficios que les otorgan sus éxitos, lo que rechazamos es que un Estado que se ha convertido en rico, no por buena administración sino por motivos exógenos, no proporcione las mismas posibilidades a todos.
No debemos olvidar que la concertación ha demostrado falencias insubsanables en seguridad ciudadana, que ha mantenido permanentemente a centenares de miles de compatriotas sin trabajo, que ha condenado a los jóvenes con una educación de mala calidad y que ha mantenido a nuestros viejos en condiciones de miseria increíbles.
Frei solo es más de lo mismo, más de lo que han sido estos Gobiernos que son un monumento a la incapacidad más completa, a una descomunal falta de honestidad, a una amoralidad asombrosa y, como si fuera poco, han sido sumamente onerosos para el país, lo que no se han robado sencillamente lo han dilapidado.
Ya una vez elegimos a un tontorrón, entre otros discapacitados intelectualmente a los que hemos llevado al poder, además de haber “empoderado” a fantoches y figurones, no podemos seguir equivocándonos, pues además de arriesgar un futuro que ya se ve difícil, nos exponemos un estallido social de magnitud imprevisible.