miércoles, 16 de abril de 2008
Mal manejo de crisis.
El manejo del oficialismo sobre la crisis del Ministerio de Educación, acusación contra Yasna Provoste ha sido deficiente, por decirlo de manera simple y amable, prepotente por referirlo de manera realista, y ridículo reseñándolo desde la intención de buscar un sentimiento lastimero para la acusado.
Sin duda, la defensa ha sido paupérrima, claro, no contaba con muchos argumentos que permitieran demostrar que la secretario de estado había cumplido con la pega, había cautelado los intereses del Estado o se había esmerado por sancionar “ejemplarmente” a quienes voluntariamente traspasaron las normas.
Las primeras reacciones, en que el Gobierno corporativamente sale en su defensa, en la que la concertación orgánicamente sale a intentar protegerla, y con la Democracia Cristiana colectivamente intentando desviar la atención de la realidad de los cargos graves que pesaban sobre la procesado.
Si lo anteriormente mencionado fuera poco, la propia involucrada inició una feroz campaña mediática en la que trató de usar los sentimientos religiosos, aprovecharse de las emociones anti-discriminatorias de la población con la espuria finalidad de despertar solidaridad basada en la lástima por su persona.
Entre las barbaridades que se ha tratado de inducir a pensar a la gente está la de haber difundido que el personaje estaba siendo perseguido por su condición de mujer, por pertenecer a una etnia originaria, por solo tener título de maestra de educación física o por ser de origen humilde.
Creemos que sencillamente se pasaron de la raya, las acusaciones, que son muy simples corresponden a no haber establecido sistemas de control que permitieron un inmenso desorden en el manejo de 262 mil millones de pesos, haber mentido al país y al Congreso y no haber sancionado a los culpables.
Nos parece que las causales son claras, ninguna roza siquiera los argumentos diseminados para desprestigiar la acusación, pero todos, sin duda alguna demuestran una increíble incapacidad, la corrupción de haber aceptado un cargo para el que no estaba preparada y un notable abandono de sus deberes.
Al final, la razón se impuso, los Senadores mayoritariamente notificaron a los incapaces y a los corruptos que Chile es un país sano, que además luchará por mantener su condición de honestidad.
Nota explicativa:
No hemos tocado aspectos personales de las actuaciones de la Ministro, porque nos hemos abocado a los argumentos y contra argumentos, pero sí, queremos dejar sentado que no se puede ser Cristiano, adherente al rito Católico, y a la vez estar de acuerdo con la distribución de condones y píldoras abortivas.
No nos parece propia de quien se atreve a decirse Demócrata y Cristiano, la manifiesta odiosidad que presenta la profesora, ni tampoco las posturas totalitarias con que quiere imponer sus particulares visiones. Con la llegada del personaje el Ministerio se tensionó, a la vez que la actividad se resintió de manera bastante severa.
Las actitudes posteriores a la acusación, simplemente dan pena, utilizar una elegante oficina de las monjas, fotografiarse al lado de la Virgen, asistir al Cuasimodo, o ir a un templo Evangélico, nos parecen actitudes demagógicas, que solo buscan utilizar a algunas instituciones o creencias en pos de beneficios propios.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario