Cuando el poder habla,
por Mario Montes.
La historia
reciente, conformada durante los cuatro Gobiernos de la concertación y en parte
también por el de Piñera, ha quedado demostrado que cuando el poder habla la
verdad, la historia y el sentir del pueblo simplemente son acallados.
Para comprender lo
que decimos basta recordar que el Gobierno de Allende ha sido “descafeinado”,
se le ha sacado la brutal carga de odiosidades que tuvo, se ha desdibujado la
destrucción de la institucionalidad y el país, para sencillamente deificarlo.
Con la unidad
popular se ha hecho un “trabajo” de engaño, se la ha despojado de toda
externalidad y resultados negativos para destacar que fue electo
democráticamente, ocultándose por cierto que se apartó de ella y que
transgredió severamente el ordenamiento legal.
Salvador Allende llegó a La Moneda luego de obtener un
36,6% de los sufragios, superando a Jorge Alessandri por míseros 30 mil votos,
siendo elegido por el Congreso Nacional luego de una transacción con la
democracia cristiana, pacto que el
allendismo nunca pensó en cumplir.
En un proceso
“amnésico” selectivo se ha olvidado que dividió insanablemente a los chilenos,
que quebró la economía, que intentó establecer un sistema totalitario, que
trató de dominar a nuestra patria por el estómago, que incumplió su promesa de
respetar la
Constitución.
El poder habló
para establecer una verdad oficial, brutalmente alejada de la realidad y de la
verdad para exculpar al allendismo de haber llevado al país a una situación de
guerra civil soterrada, con la que se ha torcido la realidad de los sucesos y borrado sus
responsabilidades en el quiebre institucional.
La voz del
pueblo, ese pueblo que mayoritariamente llamó a los uniformados a poner fin al
experimento marxista, ha sido vilmente silenciada, cargando las responsabilidades
de los hechos en aquellos que fueron obligados a tomar las riendas del país
para enderezarlo.
La historia que
nos cuentan parece indicar que la Fuerzas Armadas y de Orden un día amanecieron
“atravesadas” y por sus ambiciones derrocaron a un Presidente ejemplar que solo
laboró por la unidad nacional y por la implantación de la Justicia.
Con la monserga
de los derechos humanos, manipulados convenientemente, han transformado a los
liberadores en villanos y a los que intentaron terminar con nuestras
independencia por la fuerza y usando del terror para sus fines, en paladines de
las libertades.
Hasta el momento
la voz del establishment político ha hablado, con la fuerza que les da el poder
y el nuevo poderío económico que han obtenido, haciendo callar a quienes opinan
diferente a esta nueva y poderosa casta, sepultando en su burocracia la verdad
de lo sucedido.
De nuestro diccionario:
Monserga:
Lenguaje confuso o poco convincente, lo utilizamos porque a los derechos
humanos le han quitado la majestuosidad que implican los derechos de todas las
personas para transformarlo en un vocablo que solo se refiere a los parciales
de un selecto grupo contendiente.
Libertad:
Facultad que tiene el ser humano de obrar según su inteligencia y voluntad, lo
que implica el derecho a no ser coaccionado ni subordinado a posiciones
minoritarias, este derecho tiene como limitación la libertad de los otros
ciudadanos, las leyes y las buenas
costumbres.
Totalitarismo: Régimen político que concentra o intenta reunir la totalidad de
los poderes estatales en manos de un grupo o partido, impidiendo que existan
contrapesos con el objetivo de limitar la libertades ciudadanas y controlar
férreamente las actividades de una nación.
Descafeinado: Acción de quitar la cafeína al café, en esta nota lo hemos usado
en el sentido de censurar o hacer perder la fuerza original al drama vivido por
los chilenos con el objeto de suavizar, modificándola, la realidad de los
sucesos de nuestra historia.
Democracia: Sistema político en el que el pueblo ejerce la soberanía popular
mediante la elección libre de sus dirigentes y que permite el ejercicio de
todas las libertades públicas sin que estas puedan ser coartadas abusivamente
por quienes ejercen el poder.
Marxismo:
Doctrina política elaborada por Carlos Marx en la que se establece una
concepción histórica, política y social que intenta llegar al comunismo, pero
que en la realidad sustituye a las castas dominantes por los directivos del
partido y sojuzga a los pueblos que caen bajo su control.
2 comentarios:
Grandioso, amnesia general.No seamos tan hipócritas.Si , hipócritas porque lo mismo que reclaman ustedes,el gobierno que tanto defienden lo hizo a destajo.Nunca defendió la democracia.Por cierto el porcentaje que saco Allende que saco no fue nada original ,Jorge alessandri gano con el 31% de los votos,y también lo ratifico el congreso.Para que hablar de la constitución de 1925,que Allende no respeto,Pinochet fue mas practico la derogo,que es igual o peor,que no respetarla.Fue precisamente el gobierno militar ,que lleno de verdades oficiales muy alejadas de la realidad.Una guerra civil que no podía ser,el Mir daba risa y los otros marxistas eran pura boca(quedo demostrado después del golpe,hubo una escasa resistencia armada) Lamentablemente el país estaba ya chueco,a mal traer,donde se dividía a chilenos en izquierdas y derechas.Mientras unos engañaban al obrero con mentiras, otros solo cuidaban sus privilegios de gran industrial o terrateniente.
Las Fuerzas Armadas eran una ves mas utilizadas para defender intereses de pocos,solo un puñado de soldados lo hacían con la convicción de salvar a Chile del marxismo agresor.Allende fue un masón , imbécil y dominado como todo masón,por fuerzas muy ocultas que le susurraban al oído lo que debía hacer.
Si,los derechos humanos son una monserga.Porque el que busca guerra tiene que aguantarla y no quejarse ni gritar después,lo hicieron antes los marxistas y lo hacen ahora ustedes,me daría vergüenza igualarme a mis enemigos.Que ironía ustedes se quejan de lo mismo que su gran gobierno practico durante 16 años "callar a los que opinan diferente".Y , por favor ,¿diccionarios?.todas sus definiciones dicen de la hipocresía de sus ideas.
No soy de izquierda ni derecha porque es eso lo que desune el país.No soy marxista porque es contranatural al hombre y destruye a quien dicen defender ,el obrero.No soy capitalista ,porque destruye al país y explota injustamente al obrero,y crea las desigualdades existentes hoy. Así que nostálgicos del régimen militar,no lloren sobre la leche derramada,sean mas orgullosos .No defiendan la democracia si no creen en ella.Yo ,no creo en la democracia así que me da lo mismo defendedla ,no creo en los derechos humanos así que me orino en ellos ,creo en una autoridad fuerte y única pra que gobierne Chile.Soy así ,sin dobles estándar ni hipocresías.
Ni hipócritas ni desmemoriados, pero consientes de una realidad, una violencia irracional y un intento por dominar a los chilenos por parte de una minoría ideologizada dieron como resultado el Golpe Militar, que, para devolvernos la democracia tuvo obligatoriamente que reconstruir el país que había sido arrasado inmisericordemente.
Es cierto que la Junta Militar derogó oficialmente la Constitución, pero, es un deber reconocer que esta había sido derogada en los hechos por el Gobierno de Salvador Allende Gossens, sea con la formación de grupos armados ilegales, sea por no proporcional a las Leyes el amparo de la fuerza o simplemente por las transgresiones gubernamentales a ella.
Sus disquisiciones sobre el Capitalismo y el marxismo las consideramos declamatorias solamente y el planteamiento de “una autoridad fuerte y única pra que gobierne Chile”, una verdadera falacia, pues, no basta con enunciar una formula, hay que desarrollarla realmente y luchar por ella para que sea posible instaurarla en el país.
Nosotros somos partidarios del sistema democrático, por eso defendemos orgullosamente a quienes tuvieron la obligación de defenderlo, reconstruirlo y devolvérnoslo después de haber pasado tiempos difíciles, en los que hubo de hacerse el país de nuevo, también somos partidarios de la economía de mercado porque pensamos que es la única capaz de hacer crecer a Chile y de llevarnos a la justicia social.
Sin llegar a la verdad de lo que provocó la situación que comentamos, con un análisis profundo de las causas y efectos, lo más probable es que repitamos una experiencia traumática, como la vivida por el país, y debamos pagar nuevamente una pesada cuenta.
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