Promocione esta página...

martes, 9 de octubre de 2012

NO SE EQUIVOCARON.....


Venezuela: Crecen las sospechas de un gigantesco 
fraude enlas elecciones Presidenciales del domingo
 recién pasado, en las que se dio como ganador al tirano, 
Hugo Chávez, pisoteando, una vez más la voluntad 
popular, 





                             

NO SE EQUIVOCARON.





El pueblo venezolano no se equivocó. Pero tampoco el Gobernante PSUV puesto que tenía a su disposición la facultad de contar los votos y anunciar un holgado triunfo, que muy probablemente no fue tal.



Indicios sobre un fraude colosal de proporciones tan vastas como la reserva petrolera que yace en el subsuelo existen, pero no inquietan al resto de los países que mantienen relaciones con la Administración de Hugo Chávez, a quien el Consejo Nacional Electoral CNE, le atribuyó el 54,42 % con el 80 % de los votos escrutados. Henrique Capriles recibió, según esas cifras apenas el 44,97 % es decir diez puntos de diferencia.




Lo extraño es que el Senador Alejandro Navarro, veinticuatro horas antes que el CNE entregase su cómputo final, total e "irreversible" proclamó en Chile que, su amigo y mentor Hugo Chávez, obtendría la victoria con exactamente ese resultado : 54 % lo dijo en su página de campaña y al día siguiente, domingo 7 lo reiteró tempranamente vía twitter.




¿El Senador del MAS tiene el don de adivinar, de ver el futuro? No. El Parlamentario es parte del chavismo y está al tanto de lo que es una situación evidente. Que nunca un proyecto como el caracteriza al de Chávez, fue desalojado mediante el voto. Puesto que la voluntad de mayorías informes, no importa. Lo que es definitorio es quién cuenta los votos para consolidar el modelo de sociedad que se persigue instaurar, haciéndole "irreversible"




De modo que muy probablemente, las protestas de fraude, denuncias de máquina "cargadas" con sufragios a favor de Chávez, el matonaje, sacar tropas y tanquetas a la calle para amedrentar a los opositores, lenta pero seguramente, perderán fuerza e ímpetu ya que el espíritu triunfalista de los seguidores de Capriles, quedó aplastado.




Ni EEUU ni los países del vecindario cuentan con elementos creíbles para presionar. Cosa que, por lo demás, surtiría el mismo efecto que el bloqueo a Cuba. Casi sin excepción las Cancillerías del subcontinente, la de Chile entre ellas, hablan de un "proceso electoral impecable"




Sin embargo, cosa extraña, luego que todas las encuestas a boca de urna daban cuenta de un avasallante triunfo de Capriles, al unísono dejaron de hacerlo para hablar al minuto siguiente sin pausa y sin ambages, de lo opuesto. Nada muy sutil por cierto.




Al parecer para los cercanos al chavismo, era muy incómodo ponerse en el escenario adverso. China, Cuba y el propio EEUU que refina la totalidad del crudo venezolano. Para los Castro que reciben prácticamente gratis, 115.000 barriles diarios de petróleo. Para China, que figura como segundo socio comercial de Caracas y su principal proveedor de créditos. Para Cristina Fernández que a su vez, recibe divisas como los US$ 3.000 millones para pagar parte de la deuda externa o los US$ 4.700 millones que Chávez le compró de ese mismo paquete.




Es la misma situación de las Antillas, de Nicaragua, de Ecuador, de Bolivia y del Uruguay. Todos cual más cual menos, dependen de los petrodólares que generosamente les dispensa Hugo Chávez, para financiar su proyecto socialista continental.




¿Hubo fraude? Todo lo sugiere. Desde un sistema electrónico de votaciones vulnerable y manipulable. A la confección en Cuba, de decenas de miles de cédulas de identidad triplicadas, cuadruplicadas y aún quintuplicadas, para ayudar al amigo "bolivariano"; el retraso y lentitud de este proceso (el más avanzado de América); luego impedir - por la fuerza del fusil -, el cierre de mesas que ya no tenían desde horas atrás, ciudadanos en espera y un largo rosario de quejas que aparecen en las redes sociales.




En síntesis. Ya está. Chávez probablemente empleará la mayoría que tiene en la Asamblea Nacional, para forzar una reforma e instalar un sucesor. El 16 de diciembre el país enfrenta un nuevo proceso. Se elegirán Gobernadores y Alcaldes y quizá Henrique Capriles logre recuperar en algo el decaído ánimo de la oposición. Pero ya será tarde. Tendremos Chávez por 20 años hasta el 2019. Y que llegue a completar éste, su cuarto período en el poder, dependerá ya no de la política sino sólo de su estado de salud y de la evolución del cáncer que lo aqueja.



Tomado de Despierta Chile.
 


No hay comentarios: