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sábado, 5 de mayo de 2012

Las barras bravas de la política.





Las barras bravas de la política,
 por Mario Montes.

Las barras bravas parecen no ser una exclusividad de los clubes deportivos, especialmente los ligados al fútbol, sino que al parecer también se han afianzado en nuestra política al alero de partidos que posan de democráticos, pero que en la acción y en la palabra son fervientes defensores de las dictaduras comunistas, del chacal caribeño y de su preciado hijo, el tirano de Venezuela.


Claro, estos cipayos del partido comunista y sus asociados, no saltan en los tablones de los estadios, pero al igual que los miembros de los de abajo, de la Universidad de Chile,  o de los de la garra blanca, de Colo Colo, entre otros grupos de matones que asisten a los campos deportivos,  por medio de las funas han descubierto una fórmula para inhibir a quienes opinan distinto por medio del terror y de la agresión.


Basta que alguna persona tenga una idea diferente, o una manera de analizar el pasado cercano, diferente a la de ellos para que de inmediato sea etiquetado como fascista o para que se le endilgue el mote de asesino, convirtiendo al opositor en enemigo y transformándole en blanco de una feroz campaña de desprestigio y sometiéndole a las más bestiales vejaciones por parte de grupúsculos fanatizados que saben que sus agresiones son gratuitas.


Los derechos que garantiza nuestra Constitución, y que para ellos reclaman con fuerza, les son negados a quienes tenemos una visión diferente de lo ocurrido durante los tres años fatídicos en que Allende intentó sojuzgarnos o de los 17 años de reconstrucción realizados por el pueblo de Chile bajo la conducción del Gobierno de las Fuerzas Armadas y de Orden que encabezó el General Pinochet.


La verdad y el rigor histórico de lo sucedido carece de importancia para estos energúmenos, muchos de los que han hecho de la explotación de estas falsedades una forma de vida, con un amplio y generoso financiamiento, inclusive por parte del Estado, lo que les importa es mantener viva una historia falseada porque eso les permite una vida alegre de agresiones y llena de ociosidades.


Chile ha aceptado, con la complicidad de los partidos que llamaron a los militares a poner fin a la desastrosa experiencia de la unidad popular, como los demócratas cristianos, que poco tienen de demócratas y nada de cristianos, que esperaban que los militares hicieran el trabajo sucio de limpiar el país de las hordas rojas y que realizado este proceso les llamaran a asumir el poder.

1 comentario:

Chunchorap dijo...

Mario montes fascista culiao apoyador de dictaduras derechistas se te olvida que gracias a las hinchadas la gente se pudo demostrar su repudio a la dictadura de perrochet pero se puede esperar de un periodista mediocre igual que todos que escriben lo que quieren para sus diarios Amarillistas viva los de abajo viva su gloriosa gente yo siempre voy con mi hijo de7 y nunca le a pasado nada la prensa miente no a la ley estadio seguro